En 1922, el físico alemán Albert Einstein escribió en dos breves notas algunas sugerencias para una vida feliz. Estas fueron vendidos por 1,560,000 dólares en una casa de subasta en Jerusalén.
Corría el año 1922 y el físico nacido en Alemania, más famoso por su teoría de la relatividad, se encontraba de gira por Japón, ofreciendo conferencias.
Einstein le dio estas notas a un mensajero que le llevó un paquete en un hotel de Tokio. Como no tenía efectivo para darle propina, le obsequió dos hojas con consejos, diciéndole que en algún momento tendrían mucho valor.
Las notas decían en aleman:
«UNA VIDA SENCILLA Y TRANQUILA APORTA MÁS ALEGRÍA QUE LA BÚSQUEDA DEL ÉXITO EN UN DESASOSIEGO CONSTANTE».
La otra, en una hoja de papel, dice simplemente: «Donde hay un deseo, hay un camino».
Las notas llegaron a la subasta por un vendedor que decía ser sobrino del mensajero que las recibió.