Por las ramas

Amatl Xoxoktli

Amatl Xoxoktli
Medio ambiente
Julio 16, 2019 11:07 hrs.
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Martín Josué Dircio Chautla › codice21.com.mx

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En fechas recientes se conmemoraron dos días dedicados a los árboles (28 de junio y 11 de julio). Los eventos relacionados con esto figuraron por muchas partes del mundo y del país. De entrada, es importante su visibilización ya que a pesar de ser un ser vivo cotidiano que nos brinda muchos servicios su valoración y cuidado ha sido suficiente para mantener la calidad ambiental que necesitamos.

Del árbol provienen los instrumentos más básicos de la instrucción escolar; el lápiz y el papel, que siguen siendo parte fundamental de cualquier proceso creativo. También nos proporciona la madera que usamos desde la cuna hasta la mecedora e incontables muebles y diversos accesorios. También se pueden construir casas completas con este material y como un insumo en un sistema constructivo diferente donde se usa como cimbra, en dinteles o cargadores, largueros o morillos,
Los árboles nos brindan gran variedad de frutos de los que derivan muchos alimentos. Los colores y olores de sus flores son otro atributo incomparable. Sus hojas también son usadas para diversos fines e incluso su corteza y su raíz. Esta última ayuda a mantener la estabilidad de taludes, evitando los derrumbes, deslaves y la erosión en general.

Todas las personas buscamos frecuentemente la sombra del árbol para que no nos dé duro el sol, como dice la canción grupera. Son una barrera natural ante la radiación solar e intensidad del calor de modo que un árbol cercano a un edificio ayuda a reducir la necesidad de aire frío reduciendo el gasto energético y por ende el gasto económico.
Su valor estético que en términos técnicos sería un valor paisajístico es probablemente el que más impacta, pero el menos gestionado.

A nivel arquitectónico y de diseño urbano el árbol es el más olvidado o en su defecto considerado a la ligera. Un ejemplo claro son los camellones con palmeras en casi todas las ciudades haciendo copias no sé si de Hollywood o Far far away. Pocos ayuntamientos se preocupan por plantar árboles autóctonos, aunque la lista de estos sea de dominio público.
En el mismo sentido, estos camellones regularmente son construidos con cajones de concreto que no permiten el desarrollo de los árboles además de que las crestas de tierra que figuran al centro provocan que durante su riego se desperdicien grandes cantidades de agua.

Las jardineras o arriates también constituyen barreras para su óptimo desarrollo y en ocasiones son los árboles los culpados de dañar los pavimentos cuando realmente el problema es la mala instalación conjunta de árbol y construcción. Ante esto lamento que el pasado día del árbol en muchos edificios no tuvieron uno al que festejarle porque prefirieron unos cuantos metros cuadrados construidos en vez de aire puro a unos cuantos metros.
De igual manera, el mantenimiento que se realiza a la vegetación en casi cualquier parte ha sido repetidamente juzgada por Edgar Ojeda, arborista de talla internacional.

Sus observaciones más recurrentes estriban en la aplicación de cal en el tallo de los árboles y el desrame. La primera práctica tan popularizada por casi toda américa latina produce daños en los árboles a cambiar su PH y las podas con machetes, que son más bien mutilaciones, pueden llegar a infectar al ejemplar en cuestión.
Aunque la conciencia ambiental al parecer va en crecimiento en muchos de estos casos preocupa la euforia por las reforestaciones.
Siendo claro y sin andarme por las ramas manifiesto que si bien es muy importante la reforestación y hemos participado varias veces en esta importante acción es igual o más importante el cuidado de los ejemplares existentes.

El correcto mantenimiento de las áreas verdes, el diseño paisajístico, la preparación de espacios para un óptimo crecimiento y asegurar el respeto de la ciudadanía hacia los árboles como protecciones y educación ambiental en materia de buen trato a la vegetación sería un seguro inmediato de oxígeno en comparación con la espera de varios años a que crezcan los que recién plantamos.

Si vamos a andarnos por las ramas que sea como antaño, trepando árboles, comiendo hojas de ciruelo, poniendo columpios o una hamaca para diversión o descanso, siempre con el preciso cuidado al árbol y a la persona. Y no andarnos por las ramas queriendo sembrar miles de árboles cuando no cuidamos los que ya tenemos.

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Amatl Xoxoktli

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