Los problemas de delincuencia en todo México principalmente en la región norte del país están creciendo cada vez más y por eso López Obrador " mandó al carajo a la delincuencia".
El presidente pidió que ya le bajen y que se porten bien para el bien de todos. Esto sucedió durante un diálogo en el hospital rural de Soto la Marina, donde AMLO se expresó con " fuchi y guácala" contra la delincuencia.
Según AMLO la inseguridad está bajando poco a poco, pero aún persisten grupos de delincuencia que siguen causando problemas.
Aún reveló que son las mamás las que sufren más por eso, por el futuro de sus hijos, y por eso investirá mas en trabajo y educación para todos los jóvenes.