La crisis del golfo Pérsico parece que no tiene como detenerse a pesar de que los gobiernos de los tres países involucrados aseguran, cada uno por su lado, que no están interesados en llegar a una confrontación militar, pero borran con sus hechos malintencionados las palabras al parecer bienintencionadas.
A mitad de semana el presidente estadounidense, Donald Trump dijo que a pesar de su país se encuentra bien militarmente para enfrentar cualquier tipo de confrontación armamentista, su interés no es el de llegar a una guerra.
Estas palabras las pronunció Trump en respuesta al ataque terrorista efectuado con misiles y drones contra la infraestructura petrolera de Arabia Saudita, su aliado en el golfo Pérsico, acción de la cual tanto Estados Unidos como el país afectado responsabilizan al régimen iraní y no a los rebeldes hutíes de Yemen, como inicialmente voceros de ese grupo se adjudicaron el atentado.
Hasta aquí solo son palabras, algunas muy amenazantes y obviamente generan preocupación, pero al parecer ya están dejando de lado esa actitud y se está pando a los hechos, acción que el mundo esta temeroso de lo que pueda ocurrir.
El envío de tropas estadounidenses al golfo Pérsico, acción con la que se aumenta el número de militares que ese país tiene en esa zona del mundo, se constituye en una situación que lo único que consigue es aumentar en forma desbordada el temor de que se produzca una guerra de la cual no solo los países involucrados salgan afectados, sino que tendrá consecuencias en todo el globo terráqueo’, opinó al portal Espacio Web (EW) el analista internacional colombiano Andrés Quimbaya.
Destacó que ’el envío de un número limitado de tropas a Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos, una decisión moderada’ por cuanto inicialmente se estaba hablando de acciones militares mucho más fuerte, como por ejemplo sobre un ataque militar a Irán como se estaba temiendo.
’El Presidente ha aprobado el envío de fuerzas estadounidenses que serán de naturaleza defensiva y se centrarán principalmente en la defensa aérea y de misiles’, dijo el jefe del Pentágono, Mark Esper a su salida de un encuentro que sostuvo en la Casa Blanca con Trump.
Esper agregó que Estados Unidos ’trabajará para acelerar la entrega de armamento a Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos para mejorar su habilidad de defenderse a sí mismos’.
Pero la parte preocupante llega luego cuando el jefe del Pentágono señaló que ’esto no quiere decir que no pueda haber despliegues adicionales de ser necesarios basados en que se produzca una situación cambiante’.
Por eso dijo que ’hay muchas otras opciones militares disponibles de ser necesarias usarlas’, pero fuer precavido y se abstuvo de indicar cual cuales eran esas posibilidades que están dispuestos a utilizar en caso de que la situación lo amerite.
Para el gobierno de Washington tanto Estados Unidos como sus aliados han sido cautos en sus acciones frente a Irán y dijo que ello ha ocurrido con ’la esperanza de que los líderes iraníes optasen por la paz’.
Por su parte, el jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, Joseph Dunford, que participó de la reunión con Trump aseguró que el despliegue será ’moderado’ y, aunque no quiso indicar el número de efectivos y señalando solo que no serán miles.
A su vez, desde Teherán se dijo que el comandante en jefe de la Guardia Revolucionaria iraní, Hosein Salamí, amenazó con convertir en "el principal campo de batalla" a cualquier país que ose atacar a Irán, después de que Estados Unidos anunciara el envío de tropas al golfo pérsico.
"Nunca permitiremos que la guerra alcance nuestro territorio (...) No pararemos hasta la destrucción del agresor y no dejaremos ningún lugar seguro", dijo el comandante durante la inauguración de una exposición de restos de drones estadounidenses derribados por Irán.
Las autoridades iraníes ya advirtieron de que responderían con firmeza a cualquier ataque, aunque este fuera limitado, un punto en el que insistió hoy Salamí.
"Nuestra respuesta no será limitada. Tenemos la capacidad de responder a cualquier violación y estamos preparados ante cualquier escenario", subrayó.
El comandante en jefe de la guardia revolucionaria destacó la gran capacidad de Irán para derribar drones, como ocurrió el pasado junio con uno estadounidense en el estrecho de Ormuz.
"Derribaremos cada dron que viole nuestro espacio aéreo y somos lo suficientemente valientes como para declararlo", agregó.