El ambiente electrizado por las declaraciones de Carlos Loret sobre Manuel Bartlett, y viceversa, ha generado descargas tanto en el gremio periodístico como en el equipo de AMLO. Me explico.
Carlos no es Carmen. Algunos, en la ’búsqueda’ de la distinción del periodista más crítico al régimen, comparan las denuncias de Loret sobre los bienes inmuebles del director de CFE con la investigación de Aristegui sobre la Casa Blanca. Hay descomunales diferencias, aquí algunas:
1ª Las pesquisas de Loret de Mola no causarán olas gigantes que logren zarandear al Presidente o a la 4T simple y sencillamente porque no versan sobre Andrés Manuel o su familia.
2ª Carmen no tenía necesidad de imitar a Carmen Aristegui: ya era ella misma, esto es, la periodista más crítica de la última década. Desde sus inicios se formó en el periodismo de investigación independiente y duro, mientras Loret —cuyas virtudes han sido otras— apenas inicia en esa veta. Carlos requiere emular a Aristegui, mientras ella sólo era ella.
3ª La denuncia/investigación de Loret no cuestiona la honorabilidad del Presidente. Esa, la mayor fortaleza de Andrés Manuel, no la va a perder pase lo que pase con el director de la CFE, es decir, lo exonere o condene la SFP. Bartlett es tan solo un fusible, cuando más un experimento de la 4T que sirve como ejemplo.
Efecto demostración. Sea cual sea el desenlace de la investigación de Irma Eréndira Sandoval sobre Bartlett, creo que López Obrador quedará bien y saldrá ganando: