Agentes federales allanaron al menos 15 domicilios de esta comunidad de la Sierra Madre del Sur donde detuvieron a 9 lugareños y provocaron una estampida entre cerca de 400 habitantes que huyeron a ciudades de la costa de Guerrero, informaron los propios afectados.
La incursión policiaca, que se basó en un asalto aéreo de tres helicópteros artillados UH-60 Black Hawk, aterrorizó a los habitantes de por al menos tres comunidades donde se llevó a cabo la operación, donde derribaron puertas, allanaron domicilios, encañonaron y golpearon a decenas de campesinos, hombres y mujeres.
Las comunidades violentadas, además de El Tule, son El Limón y El Pochote, de donde los federales se llevaron a varios de sus habitantes a quienes presentaron como delincuentes peligrosos.
Lo que en la versión oficial fue presentado como una aprehensión fortuita ocurrida cuando policías federales patrullaban una brecha de la sierra de Tecpan de Galeana, es una absoluta mentira, sostuvo Juan Carlos Cruz Mora, coordinador de la Alianza de Derechos Humanos ’Guerrero Unido’, quien investigó personalmente los hechos a raíz de los reclamos de los agraviados.
En la víspera, el vocero oficial para asuntos de seguridad, Roberto Álvarez Heredia, dio a conocer un comunicado de prensa en el que se afirma que durante una operación de patrullaje por una brecha cercana a la comunidad de El Guayabo, personal de la Policía Federal se topó de frente con una camioneta en la que se transportaban varios hombres armados, quienes huyeron en cuanto se percataron de la presencia policial.
Según esa versión gubernamental, los agentes detuvieron a varios hombres en posesión de armas y droga, entre ellos Rubén Granados Vargas, conocido como El Nene, a quien definieron como un ’objetivo prioritario’ de la estrategia anticrimen de la Federación. Según la información oficial, el operativo de la Policía Federal detuvo en total a 9 campesinos, entre ellos Granados Vargas.
’nada más falso que eso’, dijeron los campesinos encabezados por Cruz Mora, quien afirmó que en realidad Granados Vargas fue sacado violentamente de su casa en El Tule a las 06:30 de la mañana del martes, en que irrumpió el operativo de los policías federales, mientras que a otros detenidos los sacaron de sus casas en El Limón y El Pochote.
En ningún caso hubo detenidos en San Luis La Loma, como asegura la versión oficial, sostuvo el defensor de derechos humanos.
Además, Cruz Mora aseguró que en ningún caso los federales presentaron orden de aprehensión ni, mucho menos, órdenes de cateo para meterse a las casas y llevarse personas detenidas sin ninguna justificación.
LA IRRUPCIÓN ARMADA
Rubí Ambriz Cruz, de 20 años, esposa de Rubén Granados Vargas, narró que a las 06:30 horas de este martes escuchó el ruido causado por helicópteros, lo que la despertó. Envió a su sobrina fuera de la casa para ver qué pasaba.
Minutos más tarde su sobrina Betania Ramírez de 19 años comenzó a gritar de dolor. Hombres encapuchados y armados la golpeaban mientras otros agentes comenzaron a patear la puerta de madera.
Ambriz Cruz, quien sufre de un embarazo de alto riesgo, se apresuró a abrir la puerta para intentar hablar con los armados, pero recibió bofetadas y patadas que la derribaron, mientras su marido Rubén Granados era sometido entre varios agentes que no cesaban de golpearlo, exigiéndole a gritos que presentara las armas.
En entrevista la joven, quien está encamada en el Hospital del Sagrado Corazón de Acapulco debido a los golpes recibidos, dijo que les gritó a los policías que estaba embarazada, a lo que uno de ellos le contesto que no les importaba.
Uno de los agentes, quien al parecer tenía el mando, les advirtió que revisaría la casa y que si encontraba las armas ’me los voy a llevar a todos’, pero en nunca encontraron nada ’porque en la casa no tenemos armas, somos cristianos bautistas entregados a Cristo, así que de ningún modo tenemos armas’.
-El gobierno dice que agarraron a su marido en una brecha con armas y droga y en compañía de hombres armados…
-Es mentira, no lo agarraron en ninguna brecha, me lo quitaron de los brazos, lo sacaron de la cama donde dormíamos.
Según el testimonio, tanto a Rubí como a Betania las mantuvieron hincadas, con armas apuntando a sus cabezas, y golpeándolas en el cuerpo a pesar de que la primera está evidentemente embarazada. Situación que se repitió en otros domicilios de esa comunidad.
’A mí me vale verga tu embarazo, a mí no me importa, me vas a decir dónde guardan las armas, hija de tu puta madre’, la insultaba el hombre que parecía tener el mando del operativo.
José, uno de los guardias comunitarios de la comunidad, explicó que efectivamente a las 06:30 de la mañana del martes tres helicópteros ’Halcón Negro’ se apostaron en tres puntos estratégicos del poblado, de donde bajaron los agentes a rapel. Cuando tocaron tierra, cerca de 20 vehículos con agentes fuertemente armados arribaron a la comunidad, rodeando a sus habitantes.
Tanto de El Tule como de las otras dos comunidades se llevaron a 9 personas detenidas rumbo a San Luis la Loma, apoyados por helicópteros Black Hawk que mediante vuelo rasante, vigilaba la seguridad del convoy. Cada uno de los tres helicópteros contaba con dos tiradores a sus costados que oteaban hacia las casas en busca de cualquier resistencia de parte de los pobladores.
Horas después los 300 habitantes de El Tule y otro centenar de pobladores de El Limón y El Pochote huyeron de sus casas abandonando propiedades, sembradíos y ganado. Varios de los lugareños dijeron que no volverían hasta en tanto el gobierno no les garantice su tranquilidad y devuelvan la libertad a los detenidos.
’Son ganaderos y mangueros, no son delincuentes’, gritaban las familias campesinas en presencia del defensor de derechos humanos así como ante la guardia comunitaria, que ante la irrupción policiaca también optaron por huir a los cerros.