Aunque la Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores en Guerrero fue tipificada en 2014, a cinco años de su instauración, todavía no hay efecto de la misma, mientras tanto cada 28 de agosto, el 7.2 por ciento de la población tiene más de 65 años y celebra el conmovedor ’Día del Abuelo’, del cual el dos por ciento vive en el abando, refirió la diputada local Mariana García Guillén, "la ley en Guerrero está en pañales", indicó .
A través de una entrevista telefónica, Mariana García sostuvo que hay acciones del gobierno federal para cobijar a este sector de la sociedad, que es considerado ya como un grupo vulnerable mediante las pensiones del Bienestar a partir de los 68 años, pero pese a ello, el abandono de abuelos persiste sin que la ley para prevenir la indolencia cumpla su efecto.
Cuestionada del por qué no hay resultados favorables de dicha ordenanza legislativa, la también presidenta de la Comisión de Desarrollo Social, del Congreso de Guerrero, evidenció el tema de los bajos recursos económicos y a su vez reconoció que en el estado, hay leyes que no se han echado a andar por la falta de coordinación y de presupuesto.
"La situación con esta ley es que falta socializarla, porque hay mucho desconocimiento sobre el tema, además de resolver el cómo insertarla en el día a día, es competencia del DIF estatal y los municipales, pero siempre por tema de presupuesto, infraestructura y agenda laboral. Digamos su base trabajadora que siempre es muy reducida y esa es la justificación que dan ha sido complicado materializarla, yo te diría que va en pañales esta ley", subrayó.
Detalló que el tema pertenece también al sistema del Desarrollo Integral de la Familia (DIF) en el estado y a sus 81 enlaces municipales, además de la Fiscalía General Estado, para que entre ambos organismos elaboren un protocolo de detección y prevención, de tal manera que la ley se aplique contra quien resulte responsable y se evite el abandono de los adultos mayores en la entidad.
Mientras tanto los ancianos en el Día del Adulto Mayor, el 74.2 por ciento de los abuelos trabajan en empleo informal, según la Organización Internacional del Trabajo en su investigación del 2018, e hijos abandonan a sus padres y abuelos en albergues y asilos de ancianos.