Derechohabientes del Instituto de Seguridad y Servicios Social de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), en la delegación de Acapulco, Guerrero, califican como pésimo el servicio de la institución, desde la atención médica hasta el traslado de pacientes a hospitales de tercer grado localizados en la capital del país.
En muchos de los casos, los pacientes requieren de ser atendidos por especialistas, y ante la incapacidad local, los mandan a ser atendidos a centros hospitalarios como el “Centenario de la Revolución Mexicana”, que se encuentra en Cuernavaca, Morelos; el “Adolfo López Mateo” y Hospital “20 de Noviembre”, ubicadas en el Distrito Federal.
Uno de los casos lo reseña la señora Ma. del Rosario Rodríguez, quien es familiar de un paciente con problemas de cardiología, reconoce que México cuenta con excelentes médicos, pero muchas veces no son atendidos de manera adecuada, ya sea que no les respeten las citas, a pesar de que provienen de otras partes del país. Cabe mencionar que las ambulancias del ISSSTE no van adecuadas apropiadamente en cada traslado, ya que es sabido que no viaja un médico para atender al paciente en caso de una recaída o complicaciones, mucho menos, por algún accidente.
El tema es grave debido a que los pacientes foráneos –que viajan en autobús, pero sin atención médica adecuada- por lo regular son adultos mayores, y la mayoría padece enfermedades crónicas degenerativas como: hipertensión, diabetes, problemas del corazón.
Ha trascendido que se han suscitado accidentes donde las ambulancias, Urvan o autobuses sufren averías, se les atraviesan animales o por lluvias o mal estado de la carretera. Casi siempre, el Instituto se “lava las manos”, pero lo cierto es que la atención en inadecuada y deficiente.
Y es que, como dice el dicho, “si la cabeza está mal, que se espera de los pies. El gobierno federal ningunea a estados como Guerrero, al designar por cuestiones políticas a personas no preparadas para ser delegado o director de hospitales generales regionales.
Está claro que el IMSS y el ISSSTE solo sirven para el pago de cuotas políticas, pues como delegado del IMSS estuvo el contador público Marcos Efrén Parra Gómez (en la época del presidente panista Felipe Calderón) y actualmente está el licenciado en derecho José Luis Ávila Sánchez. Mientras que en el ISSSTE, con el presidente Enrique Peña Nieto, llegó el contador público Daniel Pano Cruz y ahora está como encargado el ingeniero Alfredo Carachure Valenzo.
Mientras se siga este mismo método en la administración pública, la seguridad social de los mexicanos estará en manos de personas equivocadas, de incapaces y lo que es peor, de gente sin compromiso de servir, sin escrúpulos. ¡Es el México que nos tocó vivir!