¡Jálalo que es pargo!

Transitar en las tardes por la avenida costera Miguel Alemán de Acapulco a la altura del Parque de la Reina -junto a la terminal marítima- es una de las cosas más motivantes que llama la atención de propios y extraños por el espectáculo que ahí puede observarse.

Todos los días, una gran cantidad de personas -en su mayoría mujeres, aunque también hay varones- de todas las edades acuden ahí antes de que caiga la noche a ejercitarse no solamente en los aparatos que fueron colocados en una de las áreas del lugar para tal fin, sino también por medio de ejercicios aeróbicos que a ritmo de buena música se practican ahí, mayoritariamente la zumba.

En los últimos tiempos, cientos, sino es que miles de personas han adoptado como un estilo de vida el acondicionamiento físico, como una forma tanto para bajar de peso como para llevar un régimen más saludable, ante los embates cada vez mayores de enfermedades crónico degenerativas que tienen que ver muchas veces con la obesidad, los malos hábitos alimenticios y la falta precisamente de ejercicio.

Siendo honestos, fue durante el periodo del ex gobernador Angel Aguirre Rivero a través de su esposa, la presidenta del DIF, Laura del Rocío Herrera, cuando se le dio un fuerte impulso a esta actividad a través de los famosos zumbatones que se llevaban a cabo en diversas partes de Acapulco e incluso al interior del estado, como una forma más de integrar a las familias y a la vez generarles buenos hábitos de salud.

A la fecha, esta práctica se ha extendido literalmente a todas las colonias donde no es extraño encontrarse grupos de mujeres haciendo zumba, aerobics, acondicionamiento físico, mientras que quienes tienen posibilidades económicas o pueden hacer un esfuerzo, lo hacen en los diferentes gimnasios que también se han multiplicado.

Esto debería llevar a nuestras autoridades municipales a emprender una acción interinstitucional, es decir en donde converjan los esfuerzos de instancias como el DIF, los institutos de la Juventud y de la Mujer, las direcciones del Deporte y Salud, así como la Secretaría de Desarrollo Social, entre otras, para implementar programas tendientes a impulsar este tipo de prácticas.

Es cien por ciento preferible ver a las personas haciendo ejercicio, ocuparlas en cuidar su propia salud, a tenerlas de consumidoras en la infinidad de bares y cantinas que pululan a lo largo de la costera Miguel Alemán, igual y hasta andan bajando los índices delictivos con este tipo de acciones. Es cuestión de pensarle.

Mientras tanto… ¡Jálalo que es pargo!