El presidente Andrés Manuel López Obrador estará este fin de semana en Acapulco encabezando dos eventos con audiencias diametralmente opuestas.
En Ciudad Renacimiento sostendrá un encuentro con las clases populares, en una de las colonias más conflictivas en el tema de la violencia y la delincuencia, y que también es una muestra de que no hay que ir tan lejos para constatar los índices de marginación en los que sobrevive nuestra gente.
También asistirá a un evento del más alto nivel, con quienes mueven financieramente a nuestro país, agrupados en la Asociación de Banqueros de México en su ya tradicional convención anual.
Mejor expresión de que el primer mandatario gobierna a todos por igual no podría haber, y ello a quienes pertenecemos al sector empresarial nos da un mensaje de optimismo y esperanza.
La convivencia armónica entre los diferentes sectores sociales, pero sobre todo la implementación de políticas públicas que atiendan las necesidades de uno y otro, es lo que requiere nuestro país, no actitudes que lleven a la polarización.
Nada nos alegraría más que comprobar que se equivocan quienes apuestan a que México se encamina a convertirse en otro Venezuela, y ello va a depender no solamente de las decisiones que se tomen desde el gobierno, sino también de lo que hagamos como sociedad civil.
Bienvenido señor presidente. Los guerrerenses, pero sobre todo los acapulqueños de bien, los que tenemos un modo honesto de ganarnos la vida, con humildad y respeto le decimos que estamos a la orden.
Mientras tanto... ¡Jálalo que es pargo!