Luego de permanecer una noche en huelga de hambre en Toluca, sede de la Federación Mexicana de Futbol (FMF), el árbitro profesional acapulqueño Adalid Maganda Villalva, fue notificado que regresará a las canchas en marzo de 2019, luego de una lucha férrea contra el presidente de la Comisión de Arbitraje, Arturo Brizio Cárter, quien no sólo lo discriminó, sino que lo alejó de las canchas por ser afro descendiente.
La mañana de ayer martes, 27 de septiembre, el nazareno comenzó junto a decenas de simpatizantes, una huelga de hambre en las instalaciones de la FMF, acompañado también del presidente de la Asociación de Afro descendientes en México, Wilner Matelus, toda vez que a pesar de que se desahogaría la última audiencia para definir su situación laboral, fue plantado por las autoridades de la LIGA Bancomer MX, en la Junta de Conciliación y Arbitraje federal, lo que le animó a protestar sin probar alimento.
"Si es necesario morir por esta lucha estoy dispuesto a pagar el precio, no sólo por mi causa sino por todos los seres humanos de piel oscura que son relegados de cualquier ámbito laboral sólo por su aspecto y no por su capacidad", señaló.
Entrevistado vía telefónica, Adalid Maganda relató que vivió momentos de mucha angustia, ya que policías de Toluca intentaron desalojarlos de forma violenta, a lo que no se atrevieron, debido que su caso llamó a la solidaridad a través de las redes sociales, de los ciudadanos mexicanos y extranjeros.
"Agradezco el apoyo de la comunidad afro descendiente de México y de todos los compatriotas de América Latina que se unieron por mi causa y ahora les informo que pronto volveré a las canchas, en marzo de 2019", indicó.
Por su parte, Wilner Matelus agradeció a los jóvenes que solidarizaron con el caso de Adalid y que viajaron de Acapulco a la Ciudad de México y luego a Toluca para manifestarse bajo el lema #TodosSomosPinchesNegros, #NoALaDiscriminación y
#JusticiaParaAdalid, lo que provocó un repudio mundial en contra de la discriminación y el racismo.