’No creo que ella las apoye’; descripción común bajo la foto de una mujer reparando un monumento posterior a una protesta.
Ni conocen a la persona y hablan por ella.
Así como seguramente no conocen el dolor de perder a alguien por la violencia. O ver a una mujer amada sufrir los traumas del abuso sexual y demás agresiones.
Muchas personas se han vuelto insensibles, con cifras tan graves respecto a la violencia hacia las mujeres se me hace difícil creer que en su familia no haya ese tipo de daños, o será que son la parte agresora que no quiere perder el poder que otorga provocar miedo.
Y aunque es cierto que ninguna acción nos devolverá lo perdido no hay otra forma para que nos hagan caso.
Les ofende más una raya en una pared que una raya que deja una cuerda cuando atan en un secuestro o un navajazo.
Les ofende más un puño arriba en tonos morados que los moretones que dejan los puños en rostros y demás partes del cuerpo.
Les ofende más un vidrio quebrado que el cráneo de una mujer descalabrada a pedradas.
Les ofende más la marea verde que la marea de sangre provocada por el tráfico de verde y que en las canciones, series y películas hagan pasar por héroes a traficantes.
Les ofende más un grupo de mujeres sin blusa que un grupo de hombres orinando en vía pública (evento muy cotidiano casi normalizado, qué asco).
Regresando a los monumentos… ¿Ustedes creen que Juárez, que separó el estado de la iglesia, se va a ofender si protestan contra la violencia perpetrada en gran parte por la religión? Tampoco creo, en un caso hipotético, que a su dios (véase el machismo en el género del concepto ’dios’) le importe más un templo que la vida de ’sus hijas’. Los 9 feminicidios diarios en México hacen que mi gusto por monumentos históricos y patrimoniales pase a segundo plano.
No voy a pedir disculpas a mis colegas urbanistas por esto, ya he hecho propuestas para mejorar y preservar el patrimonio natural y construido, pero si estas protestas ayudan a mejorar las leyes, hacer justicia y vivir en paz, las apoyo.
La violencia hacia la mujer muchas veces es creciente, sobre todo en el caso de las parejas.
Por eso la creación del violentómetro donde se esquematiza cómo es que la violencia se va agravando y que puede empezar con un piropo.
Aunque Martha Lamas diga que ’los términos de requerimiento con connotación sexual’ no son acoso a menos que sea reiterado, yo estoy casi seguro que si en cualquier lugar una persona desconocida le dice un ’inocente piropo’ una sola una vez a una mujer, ella se sentirá acosada.
Esto me hace recordar el famoso piropo ’monumento de mujer’.
Pues por primera vez me gustaría que se les considerara así a todas las mujeres, un monumento, para que esta sociedad machista y que sólo critica las protestas (pero no las injusticias que las originan) por fin se ofendieran, enfurecieran y protestaran, aunque sea desde la comodidad de su teclado y no sigan en calidad de estatuas ante la violencia.