Netflix parece haber comprendido que la animación japonesa es un mercado en auge con cada día más aficionados en nuestro país, y lleva desde 2017 siguiendo una estrategia clara de compra y producción en este sentido. La compañía ha hecho acopio de hormiga con el objetivo de convertirse en el repositorio de anime más amplio del panorama Video on Demand (VOD) frente a sus competidoras como HBO y Amazon Prime Video. De hecho, va en camino a conseguirlo pues algunas de las series más relevantes de los últimos años figuran en su plataforma: Naruto, Full Metal Alchemist, Cowboy Bebop, One Punch Man, Atack on Titan, Death Note son solamente algunos títulos destacados.
Neon Genesis Evangelion forma parte del patrimonio audiovisual de la generación que en los noventa descubrió el anime como un lenguaje adulto y de infinitas posibilidades. Su creador, Hideaki Anno, fue uno de los máximos responsables de popularizarlo en Occidente junto con Hayao Miyazaki en el Studio Ghibli, y Katsushiro Otomo con Akira. Y, con todo, parece no haber sufrido el más mínimo paso del tiempo: sigue siendo una serie de una modernidad arrolladora.
La serie se desarrolla en un mundo en el que la humanidad es una especie peligro de extinción. Tras el ataque de una serie de criaturas venidas del espacio conocidas como ’ángeles’, la población mundial ha sido diezmada dramáticamente y sólo quedan unos pocos reductos vivos escondidos bajo la superficie terrestre. La única manera efectiva de combatir a los monstruos alienígenas es construir unos robots gigantes llamados EVA, que deben ser pilotados por adolescentes, ya que entre la máquina y quien la controla es necesario que exista una conexión psicológica, y no hay psicología más maleable que la de un joven de 16 años.