Lo que ha pasado en Francia ha conmovido al mundo entero, pero como quedó establecido a través de las redes sociales, no es necesario ver lo que pasa en otras partes, ya que aquí cerca, en Guerrero y en Acapulco, se ha incrementado de manera grotesca la ola de delincuencia, que se ve traducido en muertes.
Es cierto que Francia no es Acapulco, pero hay muchas cibernautas que hacen comentarios sin pensar, solo por tener una opción para expresar su sentir.
Lo de Francia, al igual que lo de Acapulco, lo de Iguala y donde sea que ocurran hechos graves, son temas delicados.
Se debe respetar la pena de cualquier humano, en este caso, de los franceses, para que respeten lo malo que ocurre en México.
Lo cierto es que la huesuda tiene mucha chamba. Ojala que todo cambie, para bien.