Este que escribe laboraba en Diario 17 cuando le tocó entrevistarlo en su Escuela de Buceo, ’Long Dog’ (Perro Largo). Recuerdo bien su gran estatura, sus dientes blancos, su piel morena, y los tanques de oxígeno, mangueras y visores apilados por el lugar; y en las paredes, fotos con personalidades del cine nacional e internacional: Me recibió con socarrona monserga costeña y su buen humor mulato. Tomé fotografías de mi entrevistado, y le pedí permiso para tomar con mi cámara fotos de las fotos colgadas en las paredes, que si bien recuerdo, quedaron en el archivo de diario 17 en donde laboraba.
En julio del 2002, a las 11:30 de la mañana, en el hospital Vicente Guerrero, a consecuencia de un paro cardíaco, murió Hilario Martínez, mejor conocido en Acapulco y en el mundo como ’PERRO LARGO’, pescador, buzo, atleta, conservacionista y leyenda. Perro Largo, vivió toda su vida una aventura, capturada en el celuloide, por el cineasta Carlos Hagerman, en su documental titulado ’Vuelve a la Vida’ que narró la historia del buzo acapulqueño, que logró cazar un gran tiburón que asolaba las playas de Acapulco. Perro largo vivió una existencia exitosa: nació en 1928 y tuvo el privilegio de llegar a su uso de razón, cuando Acapulco se convertía en el destino turístico internacional, su leyenda, está ligada a este bello puerto. A 15 años de su desaparición física, hoy, febrero del 2017, lo recuerdo, y comparo aquella época con la que hoy vivimos, llena de violencia, y de un Acapulco que dejó de ser el que era.
Aquella entrevista fue inolvidable: La primera pregunta fue, del porqué el apodo ’Perro Largo’ y la respuesta que me dio ya la había leído en entrevistas pasadas: Perro por bravo, y largo por alto, sin embargo, existen otras versiones, como: largo por su estatura, y perro por sus dientes filosos. La segunda pregunta se la hice en torno a la identidad de sus amigos, algunos de ellos, sus propios alumnos de buceo: Fue instructor de los tres hermanos Kennedy, del actor Gary Cooper, de Johnny Weismuller, Tarzán, a quien el señor ’Cronos’ me dio la oportunidad de entrevistar y asistir a sus funerales. A John Wayne, de la actriz italiana Silvana Pampanini: Del príncipe Bernardo e Irene de Holanda, y de los ex presidentes Adolfo López Mateos, Díaz Ordaz y José López Portillo.
Nació en el barrio de La Pocita, en una casa humilde de adobe y teja, y fue en el viejo muelle que retratara el cronista gráfico de Acapulco, José J. Pintos, en donde aprendió a bucear para rescatar anzuelos de cuatro puntas, atorados en las piedras del fondo. Ya con más experiencia se aficionó a sacar de la Bahía de Santa Lucía, langostas y caracoles. Fue un excelente nadador, tanto, que formó parte del Equipo Estatal de Nadadores, teniendo como compañeros de equipo a Apolonio Castillo, Clemente Mejía y Bernardo Castro. Se especializó en nado libre en los cien y doscientos metros y logró medalla de oro en los Juegos Olímpicos Nacionales de 1946. Ese mismo año, el equipo calificó para los Juegos Centroamericanos y ganó medalla de oro en la misma categoría, y fue seleccionado para participar en las Olimpiadas de Londres en 1948, pero no pudo asistir por falta de apoyo oficial. Una de las leyendas que rodearon su existencia, fue haber capturado junto con los pescadores, Carlos Bello, Domingo Martínez, Félix Cortés y Félix Tornes, la cornuda (tiburón) más grande de que se tenga memoria, la cual había matado a tres turistas. Se especializó en el rescate de cuerpos de turistas ahogados. Hilario Martínez Valdivia, ’Perro Largo’, casó con una mujer excepcional, la ecologista y conservacionista Robín Sydney, una hermosa extranjera, que se enamoró de un Costeño y se quedó en Acapulco para siempre.