Topo Chico N L, en lugar de día de visita en el Centro de readaptación social, fue penoso Para los familiares de los internos quienes desfilaban entre los cadáveres del Servicio Médico Forense, con el propósito de identificar a sus seres queridos, cosa casi imposible porque los rostros habían sido tasajeados por sus victimarios.
Fue un día penoso para los familiares que tenían a sus internos en esa casa de castigo donde existen en las secciones C-2 y C-3 donde la mayor parte de su población cometieron delitos federales, donde Jorge Iván Cantú y Juan Pedro Zaldívar Farías, se disputaban el poder, aunque contaban con muchos privilegios por parte de la Directrices del penal y de los custodios, pero su decir de estos dos internos quienes tenían don de mando cuando estaban el libertad, decían que nomás había cavidad para uno en estas crujías.
La disputa fue sangrienta no fueron cincuenta cadáveres los que provocó esta, fueron 49 y 12 heridos, los médicos forenses no tenían ni un momento de reposo, su área quedó saturada con los 49 cadáveres, los gritos desgarradores que se salían de las gargantas de la gente al reconocer a sus familiares se escuchaban por todos lados.
Sobre esto la cámara de Senadores y diputados en forma enérgica solicitaban que se abriera una investigación para que se castigaran los responsables de este masivo asesinato, como en todos los casos de las autoridades, después de niño ahogado tapan el poso, porque más de 150 presos de alta peligrosidad fueron trasladados a otros centros penitenciaros federales.
Este fue un día que nunca olvidaran las personas que en lugar de llegar como el día de visita al penal para visitar a sus familiares, tuvieron que presenciar cómo eran abiertos en canal para practicarles las necropsias, para después se los entregaran para darles cristiana sepultura.