Resultados conjuntos
Ángel Irra Carceda
En Guerrero la delincuencia sigue cabalgando. Ni para decir lo contrario.
Pero en muchas partes del país, igual.
En lo particular, observo con gusto que algunos gobernantes no cejen en su empeño de trabajar por superar los rezagos tan difíciles que les heredaron.
A la vista salta la mancuerna entre Héctor Astudillo Flores y Evodio Velázquez Aguirre.
Es en serio. Y lo cito porque uno es priista y el otro perredista.
El primero (HAF) ha sufrido desde el inicio de su gestión los embates de los enemigos políticos.
No es para menos. Y así continuarán. La raja política, por adelante. Nada nuevo.
El otro, el alcalde porteño, por igual. Le temen por su probable reelección.
¡Cosa menor, caballero!
Y creo que ambos personajes enfrentarán conflictos en las proximidades del 2018.
Tendrán presiones (políticas), por aquí, por allá y acullá.
Pero, creo también, que las más ’picudas’ serán al interior de sus respectivos partidos políticos (PRI y PRD).
Estoy cierto, segurísimo, que lo saben. No son improvisados en acuerdos de esta índole y contiendas a campo abierto en materia político-electoral.
Y seguro que tienen previstas medidas de contención, de control de daños, de contra-ataque, llegado el momento.
Por ahora trabajan de la mano en acciones y obras de suma importancia en la llamada ’Joya de la Corona’ (Acapulco).
Los dos han resultados buenos gobernantes. Los ataques sistemáticos, en contra de ambos, hasta hoy, sólo han resultado balas de salva. Mediáticos, pues.
Ojalá y los demás alcaldes se pusieran las pilas con el gobernador. Para empezar, el de Chilpancingo, su correligionario priista que, la verdad, no da ’pie con bola’. Conste, a ojos vistos. No lo invento.
Habrá quienes cuestionen mis líneas, pero, ¿por qué no analizan antes la herencia que recibieron ambos personajes (HAF y EVA), en las administraciones públicas que ahora lideran?
Digo, es pregunta. (angelirracar@hotmail.com)