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"No callar"

 "No callar"
Política
Diciembre 17, 2025 21:06 hrs.
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Judith Álamo López › tabloiderevista.com

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"Una prensa libre puede ser buena o mala pero sin libertad la prensa nunca será otra cosa que mala": Albert Camus

--¿Cuál es el valor del libro Cállense, los nuevos rostros de la censura?, preguntó un periodista asistente a la presentación del libro editado por Artículo 19 y Grano de Sal.

--Los presentadores, periodistas coautores de la obra se vieron entre sí, la voz de Gabriela Warkentin.

Se escuchó: "es muy valioso, invaluable". Sonrientes asintieron Humberto Musacchio, el compilador y Héctor de Mauleón, una de las víctimas del acoso político.

La periodista Warkentin señaló que los ataques a los periodistas deben considerarse una herida social, pues la sociedad debe percibir la censura como un problema que afecta a toda la comunidad y a la democracia, y no únicamente como un riesgo laboral para los comunicadores.

El prestigiado periodista sonorense Humberto Musacchio, enciclopedista, ex militante del Partido Comunista, hombre de izquierda, reconoce haber votado por Andrés Manuel López Obrador, porque creyó en sus propuestas de cambio.

A siete años de distancia, en el salón de la librería U-Tópicas hizo un llamado a los periodistas a unirse en contra de la censura de "gobernantes que se sienten monarcas, pero no lo son, sólo son gentuza", y sentenció: "Si no nos unimos, nos van a aplastar’, el coordinador de la edición reúne la opinión de 43 periodistas y tres caricaturistas en "Cállense".

Musacchio Incluye en la antología un artículo de su autoría publicado en Excélsior, titulado: Morena vs. periodistas, en el que con nombres de ofensores y ofendidos denuncia ataques a la libertad de expresión consagrada en la Constitución de la República, en contra de informadores y ciudadanos por parte de autoridades federales y estatales de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial.

Destaca la frase: ¿Y la Constitución, apá? Reconoce el coordinador editorial no estar de acuerdo con todos los que participan en el libro, pero externó su "respeto a su punto de vista, porque de eso se trata de respetar la libertad de expresión".

En la contraportada del libro se asienta: "Lo que se espera de un gobierno democrático es el respeto a todas las voces, no que tolere, y mucho menos aliente, el surgimiento de los nuevos rostros de la censura".

El libro arranca con la historia vivida por el periodista Héctor de Mauleón, bajo el encabezado: Censura Made in Tamaulipas, cuenta la serie de violaciones a sus derechos, en su domicilio particular fue notificado de una resolución del Tribunal Electoral de esa entidad, fue acusado de calumnias y violencia política en razón de género, él y su diario El Universal.

Vale la pena conocer la versión del autor sobre los sucesos que suscitó la columna "Huachicol y poder Judicial en Tamaulipas", publicada el pasado 1 de mayo del presente año, en la que involucró a Tania Contreras, entonces candidata a magistrada, hoy presidenta del Supremo Tribunal de Justicia de esa entidad.

Contreras se inconformó por mencionarla "como la carta fuerte de Morena" para el puesto que hoy ocupa, pero su queja propició un ataque institucional contra la libertad de expresión y la solidaridad del gremio con el periodista y el medio.
De Héctor Aguilar Camín se reproduce su artículo "A callar", en el cual alerta: "los casos de censura y amenazas de censura, con penas judiciales adjuntas, se propagan en estos días desde diversas instancias de poder, con la anuencia de los poderes mayores de la República". Jesús Silva Herzog Márquez, en su colaboración intitulada: "Callar y obedecer", con ironía señala que "la ofensa es patrimonio exclusivo del poder", "el trabajo de los periodistas a los poderosos debe ser reverencial", y agrega "en lugar de contestar la crítica, denuncian al crítico como violentador", en alusión a la gobernadora de Campeche, apunta: "quien la critique… merece perder la voz".

La congruencia entre los valores que predican los gobernantes de Morena con lo que hacen es inconsistente, desde su origen: Morena nació como asociación civil democrática de centro izquierda en 2011, tres años después se convirtió en partido político con el objetivo de lograr una "transformación pacífica, ordenada, profunda y radical del país y construir una sociedad democrática y justa", prometía.

Un año después, en 2015 se hizo miembro del Foro de Sao Paulo, un espacio plural de diálogo, búsqueda de justicia social y defensa de la soberanía, pero que en los hechos cobija la expansión del comunismo, apoya a dictaduras y la erosión democrática y además mantiene nexos con el crimen organizado.

En los hechos, la transformación ha sido involución y la sociedad no avanza cuando las instituciones de la transición democrática fueron desaparecidas y la justicia social no llegó a la mayoría, no bastó con los beneficios otorgados por el gobierno a través de pensiones o becas del Bienestar ni el aumento de casi 300% del salario mínimo. Aunque la 4T presume que entre 2018-2024, salieron de la pobreza multidimensional 13.4 millones de mexicanos, los analistas independientes acusan a INEGI de darle a las estadísticas un sesgo favorable al gobierno, puesto que son evidentes los deterioros en educación; las insuficiencias en atención de la salud y medicamentos, alimentación, empleo y vivienda y el retroceso en justicia.

Andrés Manuel López Obrador encandiló a intelectuales y periodistas demócratas quienes lo respaldaron para llegar al poder en 2018, pero ya en la presidencia, a quienes lo criticaban por actuar como autócrata populista, los desacreditaba al etiquetarlos como enemigos del pueblo al servicio de la oligarquía neoliberal.

AMLO usó y abusó de las instancias del poder para sembrar una narrativa populista, en la que los críticos fueron denostados, por "conservadores", "reaccionarios" o "corruptos", con la recarga personal de odio que adjudicó a dichos términos.

Desde presidencia se presionó a concesionarios y directivos de medios a través de condicionar la publicidad oficial, obligándolos a despedir a comentaristas críticos, a quienes antes eran sometidos a exhibición mediática, incluidos salarios y datos fiscales, ejerciendo un supuesto "derecho de réplica" presidencial.

La presidente Sheinbaum ha seguido con esa tónica, pero con iniciativas de reformas legales aprobadas por la mayoría morenista en el Congreso, llevó a otro nivel las presiones para acallar voces de intelectuales, periodistas y ciudadanos independientes y analíticos: ahora se recurre a sanciones legales, con imposición de penas monetarias y penales.

La revuelta pacífica para conservar libertades ciudadanas tiene sustento.

Cómo estarán las cosas que hasta el periodista Julio Hernández López, aliado de la 4T, luego de eximir de culpa al expresidente López Obrador y a la presidente Sheimbaum, quienes "han sido insistentes en no prohibir, en no reprimir", en su columna "Astillero", en La Jornada, incluida en Cállense, acusa a "morenistas empoderados" de la secuencia represiva y pregunta: ¿qué se busca con todo esto? Defender la libertad de expresión es crucial para los ciudadanos y los periodistas mexicanos, porque es la base de la democracia, aunque a la presidente Sheinbaum los valores democráticos parecen no conmoverla.

No ha externado su apoyo a María Corina Machado, líder del movimiento democráticamente ganador de las elecciones presidenciales en Venezuela, la acusa de pedir apoyo a Estados Unidos, lo que sería injerencismo, pero omite condenar al gobierno dictatorial militar no democrático de Maduro, quien se mantienen en el poder por las armas, ya que perdió las pasadas elecciones.

Apoya con petróleo y otros intercambios a los Castro en Cuba, que han pisoteado los derechos humanos de sus pueblos, entre ellos la libertad de expresión.

También se pronunció en contra del presidente recientemente electo democráticamente en Chile, José Antonio Kast Rist, considerado de ultraderecha, cuando a un jefe de Estado y gobierno correspondería respetar la voluntad soberana de los pueblos extranjeros.

La mandataria mexicana expresó su deseo de que la "ultraderecha no ganará terreno en México", e instó al "progresismo latinoamericano a mantenerse cerca del pueblo", y en este punto creo que debe ser congruente con sus dichos, por encima de los compromisos inconfesables de Morena con los dictadores procedentes de partidos políticos integrantes del Foro de São Paulo. Concluyo con una aclaración sobre el valor de Cállense: Los nuevos rostros de la Censura, su lectura incluyente de diversos puntos de vista, es oportuna para reflexionar sobre las razones existentes para defender la libertad de expresión, y su precio de 120.00 pesos, resulta muy accesible, recomendable como regalo navideño.



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