¿A quién le inspira un político que regala despensas?

Lo que Maquivelo no dijo

¿A quién le inspira un político que regala despensas?

Por: Beatriz Adriana Vargas Peláez

Para contestar la pregunta, hay que hablar de la inspiración primero, ya saben esa cosa etérea que pertenece al mundo celestial y que solo necesitan las y los artistas, escritores, cantantes y todos los que se dediquen al arte y la creatividad, pero que en realidad es parte esencial de nuestras vidas, así seamos las y los programadores de computadoras, contadores, meseros, taxistas, ama de casa o nos dediquemos a la política, porque en toda actividad humana sin inspiración las cosas salen mecánicamente, sin alma.

Por eso es difícil educar a las y los niños, porque siempre quieren ser la cantante de rock, el jugador de futbol, la gimnasta o la bailarina de ballet clásico, no un señor de 50 años calvo y con sobrepeso bebiendo cerveza frente a su televisor.

Esta más que claro que todos y todas en algún momento necesitamos ser inspirados por otras personas, ya sea por sus avasalladora palabras o sus acciones imparables como lo han demostrado miles de artistas, Gandhi, Nelson Mandela o Hermila Galindo para conseguir el voto para nosotras las mexicanas.

Y ya que nos metimos en el ámbito político, la inspiración se convierte en una herramienta poderosa para atraer a la gente y no nada más que vayan a ver a esa persona para que les entreguen una despensa u otro tipo de pago para estar ahí.

En vísperas de campaña para la renovación de presidencias municipales en Hidalgo me ha podido dar cuenta del gran número de páginas en redes sociales que promueven a la ’nueva’ generación de políticos, en donde según ellos vienen a romper la vieja forma de hacer política, pero que siguen haciendo lo mismo que la vieja guardia.

Tomarse selfies con la gente más pobre del barrio de cubitos para regalarles sillas de ruedas, bastones, una despensa, entradas gratis para el cine y otro tipo de dadivas es lo mismo que hacia el Partido Nacional Revolucionario (PNR) fundado el 4 de marzo de 1929. Si, así de caduco esta, o usted atrévase a comer una lata de atún de esa época.

Esta nueva generación de políticos, repite la fórmula de manera mecánica solo que, con la tecnología actual, porque no tiene causas, que los haga trabajar por ello y los inspiren, por eso tiran el rollo de que sueñan con un ’mejor’ Pachuca, exponen todos sus diplomas y hasta la estrellita que les pusieron en el kínder como logro social.

Como carecen de un propósito claro no comunican con la pasión requerida que haga que las personas sientan que vale la pena estar cerca de ellos en pos de una causa y luego votar por esas personas.

La autenticidad es otro ingrediente de la inspiración y como la gente no detecta esa autenticidad, sólo acude a ellos cuando van por la dadiva, pero que en términos reales no se irían a tomar un café con ellos.

No representan lo que está hablando, porque todavía recurren al típico discurso político que trata de convencer, pues, aunque este sea totalmente razonable no conecta con el corazón y por eso a la gente no se le queda en la cabeza los datos y cifras que escucharon.

Muy distintos los discursos de aquellas personas que creen en algo, ya sea los derechos civiles o humanos, la defensa del medio ambiente, del bienestar de los mal llamados animales, de los bosques, selvas, ríos, el deporte, el arte, etc, que acompañado de las acciones contundentes en cuestión de tiempo empiezan a atraer a otras personas que inspirados por su lucha hacen que las que las cosas sucedan.

Y a usted, ¿quiénes le inspiran?, si tiene la respuesta, no suelte a esa persona y únase a su causa, porque esa es la verdadera política que prevalece en el tiempo.