La Convención Nacional Bancaria está a punto de comenzar, es el tercer gran evento después del Abierto Mexicano de Tenis y el Tianguis Turístico con el que las autoridades de Guerrero buscan mostrar a México su capacidad para levantar al puerto después del Otis.
El primer reto, ha sido crear las condiciones para que quienes participan directamente de los tres eventos, lleguen al puerto, logren hospedarse y trasladarse a las sedes de los eventos sin complicaciones.
El segundo reto, dar un paso más allá y procurar para los participantes una genuina experiencia estilo Acapulco: noches de antro, playa, sol, exquisita comida, reencuentros y espectáculos.
Tanto el Abierto Mexicano de Tenis celebrado a finales de febrero y el Tianguis Turístico en abril, superaron los dos primeros retos, ciertamente luchando contra cancelaciones en reservas de hoteles, vuelos, redoblando esfuerzos de promoción y haciendo frente a la mala prensa.
Pese a que hoy no todo es miel en el puerto que comienza a renacer, resulta interesante que hace tan solo cinco meses, la mañana de aquel 25 de octubre, Acapulco había muerto.
Entre las cenizas, solo había lagrimas, desolación e incertidumbre. Los más incrédulos hablaban de un año difícil en el que los presupuestos asignados a la reconstrucción tendrían como destino las campañas electorales venideras, los más críticos, desahogaban el dolor en señalamientos hacia la gobernadora Evelin Salgado la lenta respuesta de su administración ante el desastre.
A cinco meses de aquel sepelio, un renacimiento se asoma. Mientras los más críticos aseguran que el daño es irreparable, la realidad es que se celebraron sin contratiempos los dos eventos turísticos más importantes de la primer mitad del año y las condiciones están dadas para que la Convención Bancaria y de Valores, se lleve a cabo con éxito.
Entre los enormes retos que se le han presentado en los últimos meses, ente el caso Ayotzinapa y la violencia electoral cuyo golpe al estado ha trascendido al debate nacional, hemos visto a Evelin Salgado tanto en Palacio Nacional como en territorio dando la cara por una entidad que busca transformarse y un Acapulco que renace desde el pulmón de su economía: el turismo.
Los banqueros que están a punto de llegar al puerto, verán ciertamente entre los escombros del destino que falleció, la impresionante capacidad de resiliencia y detrás de ella el tejido fino de la mandataria estatal que lejos de perderse entre los conflictos sociales que acosan la entidad, tiene claro que salvaguardar la actividad económica más importante del estado es una prioridad y el renacimiento de Acapulco es irrenunciable.