Amatl Xoxoktli

Este festival ecológico está de lujo. Las luces y el humo hacen disfrutar más la música y de paso se disimula el olor de mi churro. También hay chelas chidas, pero sólo compro la artesanal importada de Europa porque las cerveceras se acaban el agua de los pueblos. Ya sólo me faltan dos letras para tener los vasos y formar la palabra "Ecobalooza".

Valió la pena contratar ese taxi viejo, el chófer hasta pasó el fon de su dealer pues estaremos una semana en el pueblo de al lado grabando sobre la conciencia ambiental local.

Mientras tanto iré por otra chela porque con la emoción le regué las últimas dos a toda a la banda, lo único malo es que no venden hamburguesas de McDonos, por suerte ya nos organizamos y mañana, por fuera del festival, se armarán unas carnes asadas con huacamole michoacano.

Mañana también se formará el nombre del festival quemando llanta en la explanada de la comisaría con las motocicletas que traen muchos compas, otras letras se formarán en el desierto por la tarde y en la noche se hará una nueva versión del ’hombre en llamas’ pero sólo con encendedores para no quemar nada.

Algunas personas residentes están en contra de formar las letras porque se saca mucho polvo que los deja tosiendo por varios días, porque queda aceite en el suelo y muchos vidrios por las botellas, aunque ahí no hay nada que se afecte con eso. Deberían agradecer que hacemos que se conozca su pueblo que es sólo un árido desierto.