Amatl Xoxoktli

El presente texto es una propuesta para la elaboración del Plan de Desarrollo Metropolitano de Chilpancingo-EduardoNeri, que esta semana está en su etapa de Foros-Talleres de la etapa de diagnóstico. Es recomendable aplicarse a cualquier asentamiento humano, sobre todo los urbanos, de manera urgente.

Problemática

La escasez de agua en la capital del estado es un problema sin resolver desde hace años. Múltiples manifestaciones y bloqueos de calles han sido la forma en que la ciudadanía se manifiesta contantemente, lo que provoca efectos colaterales por la falta de fluidez vehicular, dejando en claro que se forma una bola de nieve de problemas socio-ambientales. El listado de problemas derivados de la falta de agua es amplio; la alimentación y aseo que pueden desembocar en desnutrición y enfermedades gastrointestinales. En este sentido es importante también señalar la emergencia climática sobre las bajas temperaturas del norte del continente, que ha dejado sin gas natural al norte del país y orillando a la Comisión Federal de Electricidad a anunciar suspensión del servicio de energía eléctrica. Aparentemente no tiene mucha relación estos dos, pero como lo indica el título, demuestra la vulnerabilidad que se tiene por depender de fuentes de energía externa, ya sea a nivel país o nivel localidad, pues Chilpancingo depende del agua de otras localidades. Esta correlación del servicio de agua y electricidad se reafirma con el anuncio hecho por el ayuntamiento de Chilpancingo ante los citados cortes de energía y el funcionamiento de la CAPACH.

Por otro lado y con la fuerte influencia que está marcando la pandemia por COVID-19 , se debe repensar también las fuentes de energía eléctrica desde los hospitales y edificios implicados en los servicios de salud, hasta la propia casa-habitación, sobre todo por artefactos médicos que utilizan esta energía como los concentradores de oxígeno.

Otro de los motivos para ser independiente, al menos para casos de emergencia, es la inseguridad que produce la falta de alumbrado público.

Propuesta.
Por lo tanto, y como la titular de la Secretaría de Energía ha recomendado, es necesario el ahorro de energía, lo mismo que el ahorro de agua mediante la educación ambiental, pero para lograr los ahorros es necesaria también la introducción de infraestructura pública adecuada.

En el caso del agua y como lo indica el Reglamento de la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente en su Artículo 17 TER: en todos los edificios públicos federales se instalará un sistema de captación de agua pluvial, artículo que no se respeta. En este sentido se debe implementar la construcción de cisternas públicas como infraestructura indispensable según un diagnóstico de cantidad de habitantes en determinada área urbana.

En la actualidad se construyen muchos techados en canchas, pero pocas dirigen su agua pluvial a cisternas o tinacos, utilizar esta agua así como de edificios públicos y privados con posible subsidio para incentivar la participación ciudadana.

El crecimiento urbano y poblacional hace necesario este elemento arquitectónico incluso en las viviendas, por lo que se propone además que el reglamento de construcciones solicite una cisterna tanto para agua municipal o para agua pluvial en el diseño de cada edificio para su autorización, con la posibilidad de implementar una política de créditos para la construcción y asesoría técnica por parte de profesionistas para el diseño y seguimiento a modo de servicio social.

Con esta asesoría se puede también incluir el reúso de aguas grises y reducir de manera significativa el uso de agua limpia.

También se propone un cambio en la forma de pavimentar, implementando materiales permeables en espacios públicos sin tránsito vehicular y, por supuesto, el cuidado de la vegetación y aumento de la masa arbórea de la ciudad.

En el caso de la energía eléctrica el alumbrado público con lámparas solares debe comenzar a cubrir más zonas e implementar nuevas fuentes de energía eléctrica como la eólica y la mecánica para accionar dínamos y alumbrar parques, calles y almacenar energía para emergencias, incluso en las viviendas por los citados concentradores de oxígeno, por poner un ejemplo.

De este modo, y sin abandonar las fuentes actuales de agua y energía eléctrica, se puede tener un plan de contingencia ante riesgos naturales que tengan lugar incluso al otro lado del país y se podrá reducir el consumo de recursos naturales de otras localidades. Con la precipitación anual en cada localidad se pueden recolectar miles de metros cúbicos de agua incluso por vivienda.