ASUNTO

La noción que la opinión pública tiene de la política, es que se trata de una inmundicia. Y de los políticos cree que son los peores de la naturaleza humana. El descrédito del oficio es enorme. Y se lo tienen bien ganado aquellos que convirtieron en estercolero la ciencia del servicio público. La política es una de las ocupaciones de mayor valía en el ejercicio del poder. Se trata de una misión natural donde el hombre puede ofrecer a la sociedad su esfuerzo personal para solventar los beneficios del interés público.

Medrar, simular, traficar, valiéndose de las estructuras del fuero y la sinecura social, es una perversión de la política. Que muchos de los involucrados en el poder sean unos auténticos advenedizos que en su condición de tránsfugas, operen para enriquecerse, defraudar a los electores y anteponer los negocios privados a las necesidades urgentes de la comunidad, esto es lo que los hombres identificados por su espíritu de servicio debemos combatir de la descomposición política que tanto fastidia a la sociedad civil.

Este es el objetivo principal de estas reflexiones editoriales: buscar entre el pajar de Acapulco a los interesados en participar en el buró público de Guerrero, sin ser parte de la decadencia vergonzante de una cleptocracia cínica y exhibicionista.

Por lo que en esta ocasión hablaremos de Roberto Martínez de Pinillos: médico internista que ha realizado el ejercicio de su profesión en instituciones públicas: IMSS, donde logró su especialización y fue director médico regional del Hospital Vicente Guerrero, donde durante su gestión ganaron el Premio Nacional de Calidad; fue subdelegado clínico del ISSSTE en el Estado y ha ejercido como catedrático en las universidades de Puebla y Guerrero, donde ha practicado con méritos reconocidos la docencia y la investigación, obteniendo el respeto docente. Por lo cual se explica que cuando participó como candidato a un cargo de elección popular Martínez de Pinillos, luego de una ardua campaña efectiva y provechosa ganó su curul en urnas por mayoría de votos y fue Diputado por el Distrito XVII urbano de Acapulco.

No ha recibido obsequio de plurinominales, a las que se acogen los incapaces de triunfar en un proceso comicial. Conoce el espacio de su dimensión política. Por su condición de médico especialista sabe tratar a personas con necesidades apremiantes. Identificado por su vocación de servicio concita simpatías mayoritarias: maduro, formal, sensato, reflexivo, honesto, garante de confianza: ejemplo a seguir como candidato ciudadano: el perfil ideal que hoy reclama la sociedad de los políticos responsables: humanitario.

Por qué no aprovechar, para ocuparse de los asuntos públicos, a las mejores personalidades de nuestro entorno social. Por qué usar y reciclar a los fallidos y a los inútiles. Por qué no respaldar en los encargos representativos a quienes tienen identidad popular y carisma político; a quienes se han forjado, por sí mismos, en la intemperie, en las necesidades de la sociedad civil de Guerrero.

El Partido político que aproveche la experiencia, el nombre, la ubicación política de Roberto Martínez de Pinillos, contribuirá en el mejoramiento cívico y moral de la política en Guerrero. Porque se trata de un ciudadano seminal cuya semilla es pródiga y benéfica.

PD: “El ave canta, aunque la rama cruja…”: Díaz Mirón