La sexta cabalgada de los
Cabalgantes Unidos de Guerrero, dejó, además de opiniones encontradas, un caos vial que se prolongó hasta la noche, estiércol regado sobre la Costera que provenía de caballos pura sangre, música banda y basura.
A las cuatro de la tarde, una voz a través de una bocina, dió la bienvenida a todo el turismo que comenzaba a congregarse en el Asta Bandera en donde arrancó el desfile de 3 mil caballos cuyos dueños, vestían camisas a cuadros, botas y sombreros. Viajaron desde Oaxaca, Michoacán, Estado de México, Monterrey, Hidalgo y Puebla.
Junto a los animales desfilaron con rumbo al Centro Internacional de Acapulco (CIA), camionetas de lujo polarizadas y del último año. Grupos de música de viento y el cantante José Manuel Sebastián y la actriz Marjorie de Sousa.
El desfile dejó ver a niños vestidos de charro, a mujeres hermosas con vestidos largos y sombreros pero también a varios grupos de cabalgantes con chela en mano. Buchanan’s o tequila, Victoria o Tecate. En algunos de los casos, ya alcolizados se tambaleaban encima del animal sin soltar la botella.
Desperdigados entre grupos, se mezclaron turistas y locales. Los primeros, observaron maravillados los equinos de gran tamaño, tomaron fotos y transmitieron en vivo desde sus redes sociales, no así los residentes que reprocharon el caos vial desde sus vehículos y el olor a estiércol.
¡El mierderio no’ más!, exclamó un trabajador del restaurante Bocana Beach que acababa de pisar desperdicios de los equinos.
Del otro lado, un grupo de cuatro turistas canadienses, inició una plática mocha entre inglés y español con los cabalgantes.
- Este es México, señores. Le dijo un charro a los turistas mientras le daba un trago largo a la botella y dejaba acariciar al animal que montaba.