Está en duda la posición de estos políticos ante el conflicto sobre la paridad de género en diputaciones plurinominales
Juan San Cristóbal
Al no definirse la equidad de género en la cámara local, está en duda la posición de tales políticos que serían cabezas de fracción en el Congreso local.
Las diputadas electas están montadas en su macho de que tienen que ser 50 y 50 por ciento en el Congreso de Guerrero, entre ellas Rosaura Rodríguez Carrillo, del PRI, por lo que la situación se complica para cuatro diputados plurinominales que ya la tenían segura.
Contra el machismo prevaleciente en Guerrero y en algunos casos misoginia, las nuevas legisladoras mantienen su posición de reclamar los derechos que les otorga la Constotución del Estado en cuestión electoral.
Una de las diputadas electas Silvia Romero, del PRD, que como secretaria de Educación fue tibia, complaciente, incluso cómplice de maestros irresponsables, es una de las que exige justicia para la equidad de género y otra de ellas es Pilar Badillo, del PRI, quien no ha sido más que una usufructuadora de este instituto político, quien no ha hecho algo por la comunidad en general.