Resulta chistoso ver como un grupúsculo de personas han salido este día de jueves pozolero a decir que se conformarán en un equipo que, tipo guerrilleros de saliva, van a conquistar el poder dentro de la UAGro.
El lío es que quien encabeza este grupo de avezados conquistadores, es Rubén Cayetano, quien fue un mediocre diputado de Morena que jamás regresó a su distrito (como todo un priista), y hasta donde se sabe no pertenece a la UAGro, pues no es catedrático ni estudiante de alguna carrera. Con qué calidad moral se atreve a decir que salvará a la UAGro si fue detenido en la Ciudad de México cuando circulaba a exceso de velocidad, pues andaba ’hasta las manitas’ y no pudo pasar el alcoholímetro.
Al ser un personaje externo a la universidad y anunciar que va a salvarla de quienes en este momento tienen en sus manos la rectoría de este centro educativo, uno ya no sabe si reír o externar la pena ajena. Y para agregarle más sal a la herida, Cayetano ya ni es tomado en cuenta en Morena, por borracho y mentiroso, ahora busca sacar raja de la universidad a la que nunca ha pertenecido.
Es decir, se ha juntado con un grupo de universitarios que han pretendido llegar a la rectoría por la vía democrática, pero como la realidad con la utopía a veces nomás no se bien relacionan, su propuesta nomás no pasa de la etapa de registros.
Indagando un poco, sabemos que durante el tiempo que fue diputado, don Rubén no trajo ningún apoyo para esta universidad y que tampoco hizo algo para beneficiarla