El artífice crea por naturaleza
Hugo Falcón Páez
Cada día más de 500 niños y niñas mueren por estar abandonados en la calle, son explotados para ganancia capital de delincuentes. El secuestro y problemas familiares (carencia de empleo, divorcios, enfermedades mentales) han incrementado la cifra, la cual sube a casi 200,000 al año en nuestra nación. Mientras que todos los días, más de 5,000 sobreviven dañados física e intelectualmente. Nuestro país ocupa el lugar número catorce a nivel mundial por mortalidad infantil de menores de 15 años de edad. Otras causas que dañan colateralmente a los pequeños están vigentes.
En Guerrero, la mortalidad materna ocupa el segundo lugar, aumentando drásticamente el número de huérfanos, y es el estado que se ubica como segundo lugar en rezago social, dato que maneja el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social. Un ejemplo es remitirnos entre 2005 y 2007, que alcanzó una razón de 74.21 muertes por cada 10 mil nacidos vivos. El futuro del bienestar en un país o estado se deposita en la niñez. ¿Por qué los gobiernos o la gobernanza corporativa no se ocupan de ello?
La violencia y los efectos nocivos en la salud, son factores que han degradado en demasía a la sociedad. Solucionarlo, ya no se debe tomar como un acto de fe, sino como una acción de voluntariado en equipo. Desde las asociaciones civiles, fundaciones, empresas o individuos que pueden legislar a favor del bien común.
Tenemos el conocimiento, y sólo algunos desde el anonimato o personalidades de cierto prestigio, han logrado avances a pesar de las estadísticas apabullantes con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia o Unicef, programa de la Organización de las Naciones Unidas. Pienso que es vital actuar con planes que sean sostenibles, a título personal he acuñado un término preferente como: Proyectos de cultura sustentable.
Un proyecto de cultura sustentable se erige para regenerar una población, reside en impulsar a los infantes y jóvenes para integrarse a una inmejorable globalización, e indudablemente optimizar las megatendencias. Los segmentos que deben fortificarse inmediatamente para los guerrerenses, están dentro de la cultura, basándonos en las bellas artes, o al sin límite de la razón humana para poder gestar una idea a través de un pensamiento.
Simple. Hay que mejorar los procedimientos políticos, hacer efectiva la jerarquía de las organizaciones, procurar el control interno y el monitoreo de las leyes, garantizar la responsabilidad y transparencia, regular el marco legal y jurisprudencial, y cumplir los objetivos con estrategias en segmentos relevantes. Tales como la ecología y medio ambiente, desarrollo e impulso vocacional, academia y educación en todos los niveles, fomentar los planes de inversión a emprendedores y asignar más recurso al deporte, canalizar y conglomerar por rubros a quien o quienes destaquen en un área industrial, económica, social. Eso es trabajar en pro de la cultura. Tenemos y debemos desplazar a los parásitos que viven asalariados en cada espacio mencionado, esos seres que se enquistan y juegan doble moral, ética y discurso. Tanto en los medios de comunicación como en las políticas pública, económica, administrativa e internacional.
Los informes geopolíticos están a la vista de quien los investigue y los confronte. Explico. La mortalidad infantil en el orbe tiene seis causas principales, falta de oxígeno al nacer (8%); malaria (8%); nacimiento prematuro (10%); infecciones neonatales (10%); diarrea (17%) y la neumonía (19%). Otro índice, casi 27 millones de niños carecen aún de las vacunas más importantes: 1.4 millones mueren cada año de enfermedades para las cuales existen vacunas. Por otro lado, 30 mil niños y niñas menores de cinco años de edad fallecen diario en el mundo, así como más de cinco millones menores de 14 años de edad mueren por enfermedades relacionadas con el entorno en el que les tocó nacer, ya sea por diarrea, al consumir agua contaminada, por el paludismo, infecciones respiratorias o accidentes.
La pandemia que azota gracias a los truculentos desvíos de autoridades gubernamentales, hace parecer que el día de ayer es igual al de hoy. El informe Multidimensional de Pobreza 2008, del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (el más reciente disponible) estimó que siete de cada diez guerrerenses carecen de lo suficiente para cubrir las necesidades básicas relacionadas con la alimentación, la vivienda y la educación.