Un joven capitalino acusado de robar en un salón de fiestas, demostró su inocencia dando con los verdaderos responsables y ubicando el domicilio en donde se vendió herramienta que fue parte del robo, y lo hizo sin contar con la capacitación especial que tienen los policías ministeriales de la PGJE.
Este joven fue encontrado culpable el 8 de diciembre en la agencia del ministerio público del fuero común de Calle Alhóndiga, pues pese a que se declaró inocente, su error fue saltar una barda que da a un terreno baldío, en donde se encuentra un salón de fiestas que siempre es vigilado por perros Pastor Aleman además que se encuentra con alambrado de alta tensión, pero que ese día se le durmió al velador y no soltó a los perros y sujetos, hasta ese momento, desconocidos perpetraron el robo dañando la chapa a de la entrada del salón así como la de habitaciones del interior.
Este joven, que por dedicarse a la pepena por no tener trabajo, fue sorprendido cuando hacía lo mismo en la mayor parte de las semanas. Brindar una barda que divide a la Colonia Campanario, en donde vive una de sus hermanas, para cortarle al regresar a su casa, pues últimamente ha corrido con tan mala suerte que dos veces seguidas fue detenido por policías preventivos bajo el argumento de que había sido reportado.
El 6 de diciembre, José Jaime de 25 años vecino de Cañada de Cervera fue entregado a la policía municipal por el velador y por el dueño del salón de fiestas ubicado a espaldas de la Universidad Santa Fe.
Apuntándole con una pistola, este joven fue retenido y acusado por el velador de ser el autor del robo, y su mala suerte fue tomar el atajo que siempre toma para evitar a la policía, lo cual ya sabía el velador quien lo veía tomar el camino de siempre, el cual pasa algo retirado del salón saqueado, pues da a la carretera Civitas.
Sus acusadores revisaron su mochila y entre las chucherías que traía salió un rímel de mujer. Dice que el velador volteo a ver a su patrón y que le recordó a modo de pregunta sí ese producto de belleza no era el que tenía en una de las habitaciones, y sin dejarlo de mirar a los ojos su patrón contestó que sí.
Jaime fue consignado al MP y el 8 de diciembre fue pasado a declarar, y su dicho siempre fue el mismo en el sentido de que él no había robado nada y acusó a la facilitadora Edith Gallardo González y al mismo abogado de oficio que le pusieron de presionarlo para que se declarara culpable al decirle que aunque no haya sido él, ya con el simple hecho de que lo agarraron dentro de una propiedad privada era suficiente para que el fuera el principal sospechoso.
Viendo que tenía todo en contra, Jaime dice bajo palabra que él se asustó tanto de solo pensar en pasar 3 años en el Cereso, que terminó firmando una declaración que él nunca dio pues asegura que entre el licenciado y la facilitadora fueron quienes hicieron su declaración, pues asegura que nunca reconoció ese robo y menos que haya dicho con su boca todo lo que mencionan en la declaración que le tomaron, pues en la copia que nos entrega supuestamente él reconoce el robo de 2 podadoras, un tanque de gas, un camastro, dos relojes de pared, dos rollos de cables, diversa herramienta de trabajo, dos sillones equipales y cuatro bancos artesanales.
José Jaime González se dedica a la pepena pues no tiene empleo, pero tampoco antecedentes penales, y fue sujeto a un proceso de Mecanismo Alternativo bajo la acusación de robo que presentó el Ingeniero Geólogo Carlos Villeda, abriéndose la carpeta de investigación 15-UIROB01-CICN-127029/2018-PMA.
La declaración que entregaron al supuesto, refiere que se llegó a un acuerdo entre ambas partes el cual establece la entrega de 30 mil pesos en dos exhibiciones por concepto de reparación del daño, solo que asegura Jaime que su denunciante solo entregó una factura de todo lo que él menciona que le fue robado, y se le permitió calcular un monto de lo robado, estableciendo esa cantidad la cual fue aceptada por la facilitadora Edith Gallardo, pese a que cualquiera que denuncie un robo debe presentare facturas de lo que reporte.
Cuando firmó y recuperó su libertad, Jaime les volvió a repetir en el MP que él no había sido y como respuesta fue que mientras no aparezca un culpable, él estará señalado como el autor, y le recomendaron que investigará quien fue, pues solo así se quitaría ese problema.
Ese mismo día, Jaime dio con quienes fueron. ¿Cómo?, pues empleando algo de ingenio, pues no solo dio con los autores sino también con un domicilio en donde fue comprada la herramienta.
De inmediato dio avisó a la Policía Ministerial, y dos investigadores le pidieron que los llevara, sin embargo a él lo pusieron a hacer todo, pues incluso ya recibió el reclamo de uno quien lo trató de ’dedo’, y nos asegura que encaró al malandrín y le aclaró que el riesgo de caer al Cereso y pasar 3 años de encierro por algo que no cometió, no significa que sea ’chiva’, lo que él hace es decir quien fue simplemente porque él no disfrutó del dinero que obtuvieron vendiendo lo robado.