En Guerrero ha dejado de existir un cacicazgo absoluto, como tradicionalmente tenían los Figueroa, la elección del 7 de junio sembró el precedente de la creación de alianzas entre cacicazgos del PRI con el PRD, dando inicio a “Hegemonías combinadas”
Federico Nogueda Berdeja
En Guerrero ha dejado de existir un cacicazgo absoluto, como tradicionalmente tenían los Figueroa, la elección del 7 de junio sembró el precedente de la creación de alianzas entre cacicazgos del PRI con el PRD, dando inicio a “Hegemonías combinadas”
A la caída del cacicazgo de Ángel Aguirre Rivero en ciertas regiones del estado, por los sucesos de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa, como por la indigestión del nepotismo, corrupción, tráfico de influencias que ya le estaba anunciando el desplome de Aguirre; así como el congelamiento en la participación del grupo Figueroa en los puestos de elección popular del PRI, encabezados por Rubén Figueroa Alcocer, surge una nueva hegemonía un poco cubierta que está arrebatando muy discretamente el poder a los que tradicionalmente lo tenían, es decir como que se disfraza.
En esa misma tesitura, el desplome electoral del PRD en todas las regiones de Guerrero hizo crecer al priismo, como debilitar a los grupos perredistas, este fenómeno ha llevado a la creación de un nuevo raro estilo del poder el de las “hegemonías o cacicazgos combinados” con un candidato en común a consecuencia de las disputas accidentadas entre los mismos priistas o en su caso entre los mismos perredistas, la gubernatura que hoy gana el PRI en Guerrero no fue un secreto que fue apoyada por algunos perredistas que rompieron con Ángel Aguirre o simplemente no estuvieron con él.
Hecha la observación anterior, se precisa el caso del senador Armando Ríos Piter, varios de su grupo jaguar declinaron a favor del candidato del PRI, Carlos Zeferino Torreblanca Galindo, con su ex secretario de educación González de la Vega, incluso el propio Aguirre al final se dice por orden del centro se cuadró con el candidato del PRI a la gubernatura, metió a Sofío Ramírez, o el rector de la UAGro, Javier Saldaña Almazán, quien hasta ofreció un desayuno al gobernador electo y así existen más ejemplos que pueden enriquecer la observación.
De esta forma, las nuevas hegemonías en el PRI quedan sin ningún cacique absoluto, los triunfos se dan entre alianzas, la hegemonía principal la encabeza el senador René Juárez Cisneros, quien hoy es coordinador regional del PRI en la zona sureste del país, incluyendo Guerrero, aparte de identificarle con el grupo Atlacomulco de su amigo Montiel, ex gobernador del Estado de México, en el centro del país se habló que él tubo casi toda la decisión para nombrar al candidato a gobernador de Guerrero, varios desfilaron por su oficina para pedir su venia o de plano pelearse con él.
En el caso de Acapulco y Zihuatanejo, su propuesta fue contundente, como firme, aunque fue criticado porque perdió, no obstante se especula que fue parte de esos acuerdos de poner el piso bien parejito para que caminaran sin ningún tropiezo; la otra hegemonía del PRI la encabezan el actual diputado del PRI Manuel Añorve, con el gobernador electo Héctor Astudillo, quienes también influyeron en la designación de candidatos en algunos municipios, en Acapulco la hegemonía es de ellos, como también los diputados suplentes, pero hoy poseen la corona mayor la gubernatura de Guerrero.
La otra hegemonía la tradicional, la que nació a partir del 31 de marzo de 1975, cuando Rubén Figueroa Figueroa es nombrado gobernador constitucional, ha tenido casi todo el poder en Guerrero, con la excepción la de esta última designación a gobernador la de este 2015, donde sufrieron un enfriamiento en su participación especialmente en la designación a gobernador y la perdida de la candidatura de su hijo Rubén Figueroa Smutny por Acapulco, eso los ha marcado en la opinión pública de que es probable cuando menos hasta ahorita han sido ligeramente desplazados de su hegemonía tradicional.
Ahora bien, no se puede apreciar entre la hegemonía de Astudillo-Añorve con la de Figueroa quien queda en segundo lugar de influencia, no hay ninguna duda que la primera la encabeza el senador René Juárez Cisneros con el apoyo del centro, le dicen el nuevo cacique de Guerrero con un poderío económico del grupo Atlacomulco que lo respalda, no obstante el senador es el que decide quien queda en segundo lugar de acuerdo al interés que prive en la circunstancias con el que él se vaya, ese será el segundo.
La segregación de hegemonías a partir del caso Iguala, que dio como resultado gran confusión en el reacomodo del poder en el sistema político del estado, incluye principalmente a los grupos del PRI y del PRD, en el caso del PRD, les gusté o no el que sigue influyendo es el ex gobernador Ángel Aguirre Rivero, con el visto bueno de los llamados “Chuchos”, Jesús Ortega, Jesús Zambrano y el dirigente nacional del partido, Carlos Navarrete.
No obstante, casi tiene prohibido hasta nuevo aviso del centro meterse en los intereses del PRI para echárselo a perder, en su momento tubo el poder de desbocar al candidato más fuerte del PRD para ganar la gubernatura a don Armando Ríos Piter, prácticamente lo corrió del estado, para hoy aspirar hacer Jefe de Gobierno del DF, se sacudió a Lázaro Mazón, David Jiménez Rumbo, con la ayuda de los “Chuchos” que lo auscultaron.
El grupo que representaba Sebastián de la Rosa hoy diputado plurinominal, Lázaro Mazón, José Luís Abarca, prácticamente quedó borrado por el cruce de intereses, el de Carlos Zeferino Torreblanca, quien juega en dos bandas, en el PRD con Abelina López, y ahora por el PAN, este quedó desfasado, no obtuvo casi nada o nada en este proceso, dejó de tener influencia en la cúpula perredista.
El otro que sobre vive es el del presidente estatal del PRD, Celestino Cesario Guzmán, del Grupo Guerrero de David Jiménez Rumbo, Jorge Salgado Parra, Beatriz Mojica Morga y el actual presidente electo de Acapulco ambos pertenecen o está de tras el ex gobernador Aguirre, quien al final no pudo hacer candidato a su hijo, pero si apoyó a Evodio, en combinación con las hegemonías del PRI, apoyo que se dio casi públicamente por parte de Figueroa Smutny, como uno que otro priista distinguido de manera muy discreta.
Precisando de una vez, el control electoral lo obtuvo el PRI con la mayoría de alcaldías, diputaciones locales y federales, con ello controlará el Congreso del Estado, que es el poder Legislativo, como el propio ejecutivo al ganar la elección para gobernador, con Héctor Astudillo Flores, no obstante se tendrá que ir viendo cómo va hacer el desempeño de las hegemonías priistas que llegan al poder de Guerrero.
De acuerdo a la tradición del sistema político mexicano ese que nació en 1929, cuando nace el PRI, como las instituciones el reparto debe de ser equilibrado entre las hegemonías, los acuerdos deben de ser respetados sin que intervengan circunstancias calenturientas a priori de cualquier proyecto guajiro, ya que todavía no toma posesión Astudillo y algunos ya se andan proyectando como candidatos a gobernador, que porque ganaron una alcaldía o diputación según con muchos votos, eso daña a la relación entre los grupos.
A los efectos de este, de consolidar lo planeado por las hegemonías el nuevo arribo del PRI al poder ejecutivo no tendría rival alguno que lo distraiga, vendrían tiempos de prosperidad en todo el estado aunque un poco lentos, bajo un proceso que consolidaría algunas regiones de su atraso. Al PRD se verá como un gran opositor sobre todo en la cámara de diputados local, y con una Beatriz Mojica Morga de ser más inteligente como presidenta del PRD en Guerrero, enriqueciendo el debate del desarrollo.
federicosol@yahoo.com.mx