Después de unos años de discusiones, estudios y encuestas, la Comisión Europea ha decidido proponer que se elimine el cambio de horario: ese ritual moderno de atrasar y adelantar los relojes dos veces al año. La medida que hace que a finales de octubre se retrase una hora el reloj y que a finales de marzo se adelante una hora, será, todo indica, próximamente eliminada. El 84% de los votantes está en contra del cambio de horario. Actualmente existe una regulación que hace que sea obligatorio que los 28 países tomen esta medida, la cual supuestamente tiene importantes beneficios económicos y de ahorro de energía (algo que no se ha podido demostrar).
El presidente de la Comisión Europea Jean Claude Juncker, dijo: "La gente quiere que se haga, así que lo haremos". Ahora cada país determinará que horario mantiene si el de verano o el de invierno. El horario de invierno en realidad es el horario "natural", el verdadero debate consiste en sí es mejor este horario artificial de verano, si realmente se gana en algo y se debe continuar con la hora en la que estamos actualmente o si simplemente es mejor regresar al horario tradicional. Pues existe consenso que cambiar de horario dos veces al año no tiene beneficios reales: afecta el ritmo circadiano y el tiempo de adaptación es contraproducente. Las cosas se complican en Europa pues cada país tiene una situación distinta. No es lo mismo una tarde de invierno en un país nórdico donde el sol se puede estar metiendo a las 3-4 de la tarde a una tarde mediterránea. Además se discute cambiar también los husos horarios.