Enfurecido por la cobertura negativa que los medios hicieron la semana pasada sobre su compañía de coches Tesla, el multimillonario tecnológico propuso un sistema de calificación para que la gente vote sobre la credibilidad de los periodistas y de los sitios de noticias.
Tesla ha enfrentado reportes de prensa negativos durante varios meses por los cuellos de botella en la producción de su sedán Modelo 3, los accidentes de sus automóviles y las dudas planteadas por Wall Street sobre su posición de efectivo.
La idea ambigua de Musk provocó una tormenta de tuits a través de comentarios entusiastas realizados por fanáticos obsesivos, a pesar de que sus explicaciones no hayan sido lo suficientemente profundas.
’El problema es que los periodistas están bajo presión constante para obtener un número importante de clics, y con ellos ganar una buena cantidad de dinero. De no hacerlo se juegan su trabajo. Se trata de una situación compleja, ya que Tesla no se anuncia, pero las compañías de combustibles fósiles y las compañías de automóviles de gasolina se encuentran entre los mayores anunciantes del mundo’.
La realidad es que el mundo de los periodistas no funciona de esa manera. Ellos no se encuentran bajo presión publicitaria respecto a las noticias que reportean y, de hecho, se esfuerzan por ser críticos sobre lo que escriben.
Musk debería seguir con su plan de colonizar a Marte a través de su empresa SpaceX.
Adicionalmente, está surgiendo un conglomerado de organismos que intentan luchar en contra de las fake news; lo mismo corroborando datos publicados por medios y/o revelados por políticos durante discursos.
Cada día se suma un nuevo organismo gracias, en parte, a Donald Trump, a raíz de las elecciones presidenciales y de sus múltiples tuits con los que confunde no sólo a Estados Unidos, también al mundo.
Por otra parte, hay que reconocer que la industria de la información lidia con una avalancha de desinformación, propaganda y mentiras en las redes sociales. Es decir, su entorno es tóxico. Si a esto se le agrega la idea de que los periódicos, anteriormente considerados como las fuentes más confiables, se encuentran en el interior de la espiral de la muerte, el problema es más preocupante.
Entre los organismos que tratan de evitar las fake news se encuentran: el Proyecto de Confianza de Google y la Fundación Knight; la Iniciativa de Integridad de Noticias de la Escuela de Periodismo de CUNY; y la Iniciativa de Confianza y Noticias de la Universidad de Duke.
Los nombres de los entes son similares y por lo tanto pueden llegar a confundir, por ello, el Laboratorio Nieman de Harvard realiza un directorio de todos ellos.