✨Mi papá fue inmensamente feliz, me enseñó muchas cosas como a trabajar, me enseñó a usar el taladro, a podar los árboles, a barrer hasta la última pizca de polvo, me enseñó a ser honesta y leal… porque él lo fue.
Fue un trotamundos cuando joven. Viajó a muchos países como Jordania, Israel, Italia, España, realmente logró sus sueños y se estacionó en Guerrero, encontrando allí su nido y el amor de su vida con quien hizo una familia con dos niñas, Marisol y Martha Dunia, una güera y otra morena.
Él fue fraile franciscano. Desde los 12 años se fue al seminario de Santa Úrsula, en la Ciudad de México, a estudiar para sacerdote y por consecuencia tuvo todas esas travesías que realmente duraron quizá tres años, pero cuando llegó el momento de ordenarse como párroco en Roma, él rechazó la oferta de ser bendicido por el Santo Padre y decidió ser ordenado en Tumbalá, Chiapas, con la bonanza de su amigo, el entonces obispo Samuel Ruíz García.
¡Fue un maestro extraordinario! Bajo la doctrina de la Teología de la Liberación, fundó en Chiapas el Sefrachol, (Seminario Franciscano Chol), y aprendió a hablar las lenguas originarias de la región chol y tseltal. Allí cultivó amistades
entrañables que adoptó como hermanos y que hasta ahora las familias mantenemos un vínculo fraternal.
Mi padre vivió en plenitud y fue un gran gran hombre que nos dio un gran ejemplo. En su última etapa como académico de la UAGRO, en donde colaboró junto al maestro Arturo Díaz en el libro de La Palabra, el cual es actualmente utilizado por los los alumnos de Cuarto Semestre, de las preparatorias.
Te recordamos con mucho cariño Lalito y a 16 años de tu partida, estarías muy contento y orgulloso de saber que ahora tendrás una nietecita, la reencarnación de tus adoradas niñitas.
Una oración al cielo por tu eterno descanso. 🙏🏽