Como un "error" y como la causante del rompimiento entre varios medios de difusión con el gobierno de Guerrero, así definieron periodistas de distintas regiones la gestión de la directora de Comunicación Social, Erika Lurs Cortez, quien ayer fue la protagonista de un cheque con su firma por la cantidad de casi 300 mil pesos.
La filtración del documento encendió las redes sociales hasta el grado de poner en peligro los datos personales de la secretaria privada de Lurs Cortez, sin embargo, los reporteros coincidieron en que es consecuencia del maltrato, el desdén y la soberbia con que son tratados los medios de comunicación guerrerenses.
"Esta señora es política no tiene nada que ver con el periodismo. No tiene la sensibilidad de los que ejercemos esta noble labor y lo peor, no tiene el conocimiento para estar frente a un puesto tan delicado y eso lo podemos constatar al revisar los boletines oficiales, todos atiborrados de errores", dijo un comunicador de Costa Grande.
La filtración del cheque sólo reavivó las molestias de los medianos y pequeños empresarios de la comunicación en Guerrero, quienes sólo observan el derroche de millones de pesos en publicidad, los cuales quedan en pocas manos en el estado y que se sirven con la cuchara grande a nivel nacional.
Un periodista de Chilpancingo, quien omitió su nombre por temor a ser borrado de la lista de los apoyos de Erika Lurs, los cuales entrega sin la factura correspondiente, dijo que los errores se acumulan en su gestión, ya que el cheque no es lo único que ha manchado la imagen del gobierno estatal, "ya son muchas las puntadas de esta señora y sigue firme en el puesto, quién sabe sostenida por quién", acotó.
De los errores más destacados de la gestión de Erika Lurs al frente de Comunicación Social de Guerrero, fue la negación de 19 cuerpos que se encontraron en fosas en la barranca de Chichihualco en diciembre pasado, donde el gobierno en comunicados oficiales, rechazó tres veces esa teoría, hasta que fueron descubiertos por un medio de comunicación internacional.
Otro de las pifias de la funcionaria fue el confundir en un evento nacional, en la presentación del programa "Orgullo Guerrero", el nombre del político Bernardo Ortega, en lugar del artista plástico Bernardo Rosendo, lo que comprobó su falta de cultura general y por ende, su incapacidad para estar al frente de una de las dependencias más importantes de la entidad.