por Jorge Romero Rendón

Es hora de detener actos de violencia: fin a la impunidad y radicales a la cárcel

Es hora de detener actos de violencia:
fin a la impunidad y radicales a la cárcel
Periodismo
Junio 05, 2015 21:17 hrs.
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Un puñado de grupos extremistas ha puesto en jaque la seguridad y la paz social en Guerrero, ante la complacencia de unas autoridades estatales y federales que en aras de la “gobernabilidad” han permitido que toda clase de abusos y delitos queden impunes por el riesgo cierto de enfrentamientos y potenciales víctimas que provocarían una nueva crisis política en el estado; pero es justamente el vacío de autoridad y la falta de una mano firme que imponga orden, lo que está poniendo en riesgo a la población civil de sufrir una escalada más violenta el día de las elecciones.
Quien pretenda justificar el desorden diciendo que hay un conflicto social real que lo justifica, miente vilmente. Porque lo que todo el mundo sabe es que estamos entre dos extremos igualmente nocivos: por un lado grupos extremistas de presión que buscan beneficios económicos y políticos ilegítimos, como la CNTE-CETEG, ayotzinapos, transportistas de la CETIG, algunas brigadas de policías comunitarias, células criminales y de pro-guerrilleros que están medrando en el río revuelto de la coyuntura electoral.
Y por otro lado gobernantes sin autoridad, sin capacidad de respuesta y genuinamente simuladores, que no se atreven a hacer respetar la ley y encarcelar a líderes y militantes de esos grupos que cometen delitos, y que han convertido a las fuerzas policiacas y militares en el hazmerreir de los grupos radicales con operativos ridículos de contención y retirada que no han servido de nada más que para envalentonarlos.
De manera que ante la impunidad garantizada –siempre se cancelan las órdenes de aprehensión-, los líderes de esos movimientos callejeros que nada tienen que ver con el proceso electoral, pero que usan como chantaje la amenaza de impedir las elecciones, negocian con autoridades estatales y federales una y otra vez, obteniendo dinero, plazas, puestos en la estructura gubernamental, y otras prebendas… para volver a la carga, pues son insaciables y su estrategia es presionar para obtener más beneficios… y más impunidad.
Lo peor es que eso que sucede en Guerrero también ocurre en otros estados, como Michoacán, Oaxaca y Chiapas, territorios con influencia de la CNTE, que se ha convertido en el peor enemigo no solo de la educación, sino de la sociedad por sus violentos métodos de “lucha” que afectan más a los ciudadanos que a los gobiernos, poniendo a estos de rodillas, en un círculo vicioso del que ya estamos hartos.
Y para colmo, los más burros entre los burros del magisterio ya obtuvieron del más alto nivel del gobierno federal la postergación de la evaluación docente, algo que prácticamente cancela toda la Reforma Educativa aprobada el año pasado, solo por el capricho de un puñado de extremistas que encima no detienen sus agresiones, porque ahora quieren más concesiones…
El 7 de junio debe marcar un alto a los abusos…
En ese contexto, la llegada al estado de contingentes policiacos y militares con equipamiento antimotines NO debe preocupar ni interpretarse como una agresión contra la ciudadanía, sino como una medida de disuasión contra los abusos de los grupos extremistas que pretenden estorbar el libre ejercicio democrático al que todos tenemos derecho.
La Policía Federal, la Gendarmería, la Marina y el Ejército son los instrumentos mediante los que el gobierno federal está cumpliendo su compromiso de brindar seguridad pública y paz social para que todos tengamos la oportunidad de ir a votar con tranquilidad, sin interferencias, y con toda la vocación democrática que requerimos para lograr un cambio en Guerrero.
En ese sentido, hay que dar la bienvenida a las fuerzas que harán valer la ley en el estado, un esfuerzo al que se deberá sumar el gobierno reticente de Rogelio Ortega, porque ningún gobernante puede seguir nadando de a muertito cuando la coyuntura política y social obliga a actuar con decisión y firmeza.
De manera que veremos cómo se impide la actuación de los grupos extremistas, y ojalá que ahora sí se hagan valer la autoridad y la ley para que el uso de la fuerza lleve a la cárcel a vivales que se esconden tras fachadas “democráticas”, “magisteriales” y de los “padres de los 43”, que en realidad son los chantajistas que van a salir millonarios de esa “lucha” estúpida que se basa solo en destruir y que no construye nada trascendente para el futuro del estado.
Y si de poner orden se trata, va mi voto por quien garantice que la violencia, la inseguridad, la impunidad y el caos terminen por fin en Guerrero…
Correo electrónico: rendon59@gmail.com

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