’Ninguno de los tres órdenes de gobierno (federal, estatal y municipal) han dimensionado la seriedad que representa el desabasto de agua, pese a la previsión de la agenda 2030 de Naciones Unidas’, enfatizó el síndico de Acapulco, Javier Solorio Almazán, durante su conferencia de prensa Acciones y Resultados que transmite desde Facebok live.
Con visible preocupación, el médico cirujano ofreció a los internautas una explicación detallada de cómo funciona el sistema hidráulico que coordina la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado del municipio de Acapulco, (Capama).
Dijo que en el puerto hay tres sistemas de captación que fueron construidos en los años 70´s, Papagayo I y II, el más reciente Lomas de Chapultepec. Allí llega el agua directamente del río Papagayo, cuyo caudal beneficia además de este municipio costero a Tierra Colorada y otros de la Costa Chica, cuenta con 140 kilómetros de longitud y es uno de los tres cuerpos de agua principales del estado de Guerrero.
Javier Solorio señaló que estos tres sistemas de captación bombean el recurso natural a una sola planta potabilizadora, ubicada en Cayaco, en donde mendiante procesos y filtraciones especiales, se potabiliza para el consumo humano. Dicha maquinaria hidráulica cuenta con cuatro módulos para llevar el proceso antes mencionado, de los cuales dijo sólo funcionan dos.
Detalló que una vez potabilizada, el agua es bombeada a colonias como Ciudad Renaciomiento, Emiliano Zapata, La Venta, Arrollo Seco, Sinaí, San Aguistín y otras de la periferia, y al mismo tiempo se debe distribuir para la zona poniente como Mozimba, Pie de la Cuesta, la Jardín, Rubén Jaramillo, El Derrumbe, Balcones al Mar, Bajos el Ejido, entre muchas otras.
Con todo ello, el vital líquido también debe llegar a las partes altas del anfiteatro, en sitio como la Alta Infonavit, Alta Morelos, Alta Vicente Guerrero, Progreso, Palma Sola, La Laja, El Mirador y otras, de las cientos que hay en Acapulco. Indicó que todos estos procesos hidromecánicos se implementan con siete rebombeos que están distribuidos de manera estratégica en toda la ciudad y así abastecer a la ciudadanía.
Para toda esta magna distribución para miles de personas, diseñada hace más de 30 años, es esencial la energía eléctrica, en donde la para municipal también padece deudas que ascienden a 500 millones de pesos con la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Totalmente desidido, Javier Solorio anunció que a estas alturas, todavía hay tiempo de salvar a los acapulqueños de la gran crisis de agua que se avecina, pues dijo que con finanzas transparentes, personal profesional y sobre todo honestidad, este órgano desentralizado de la administración local, puede salir avante con la ayuda de la Federación y con las contribuciones de la ciudadanía. Sostuvo que él tiene la firmeza de solucionar la crisis por el cariño a los acapulqueños, a los que definió como personas de trabajo y persistentes.
Todo lo anterior, sin mencionar el saneamiento de la bahía el cual es presupuestado en al menos mil millones de pesos, pues las aguas residuales de la mayor parte de las colonias y asentamientos irregulares, aunque cuentan con tuberias, no están equipados con cárcamos que rebombeen el agua sucia para su filtración y tratamiento.
El médico cirujano pronunció textual que “Es por eso que el líquido que llega a las colonias no está en condiciones ideales para el consumo humano. A veces se observa con cierto tono blancuzco o achilatado, y en otras ocasiones con fetidez, y es la queja que hacen en todas las colonias que he visitado”, acotó.
Durante el Facebook Live, en donde los internautas expresaron sus quejas por las altas tarifas de la Capama y luego de pormenorizar punto a punto la situación real, Javier Solorio Almazán aseguró que para resolver un problema, primero debe admitirse.
“Para solucionar y sanear la bahía se necesita mejorar los sistemas de recolección de los pozos que tenemos, Sistema Papagayo I, II y Lomas de Chapultepec que se construyeron en los años 70´s. Así que el mantenimiento debe hacerse al cien por ciento”, propuso con actitud determinada.
El síndico insistió que el Consejo de Administración de Capama no funciona y aunque pidió voluntad política para que haya participación ciudadana y representación de la base trabajadora, reconoció que estos cambios no solucionarán de fondo las serias dificultades que tiene el organismo autónomo.
Afirmó que aproximadamente el 70 por ciento de personas en Acapulco no tienen acceso al agua de forma regular y con precios accesibles. También aceptó que la falta de infraestructura y la ausencia de una cultura de cuidado del líquido, son los principales factores que dificultan el acceso al agua en diversos estados del país.
“Para muchos es normal que al abrir el grifo salga agua, pero cada vez son menos las personas que tienen acceso a este preciado líquido vital. En la actualidad, la mayor parte de la población a nivel global no dimensiona este problema, pues creen que durará para siempre y actualmente según estudios recientes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), 850 millones de personas han perdido su derecho al acceso al agua potable, algo que resulta fatal para muchos ciudadanos”, concluyó.
