Disidente
Antares Cervantes
Fidicida
Estamos por celebrar los informes del primer año de mandato de los alcaldes y alcaldesas de Hidalgo en esta nueva era en la que la transformación es mayoría, existen quienes no han resuelto nada y se la pasan de fiesta y hasta se les ve celebrando de manera excesiva en sus ferias o eventos en los que gastan exorbitantes cantidades de dinero, sin embargo, pese a los problemas de baches, inseguridad o falta de agua, etc., que enfrentan un gran número de ellos, muchos y muchas tuvieron el descaro de pregonar y decir que activarían en sus municipios la economía circular, pero esto es una rotunda mentira y está muy lejos de que alguno pueda cumplir con esta promesa, ya que en el mundo moderno, la economía circular se presenta como una alternativa urgente al modelo de ’extraer, producir, usar y desechar’.
No es solo una moda ambientalista: es un sistema económico y de consumo que busca reducir, reparar, reutilizar, reciclar y regenerar para alargar la vida de productos y materiales. Sus objetivos son claros: eliminar residuos desde el diseño, mantener bienes en uso el mayor tiempo posible, regenerar sistemas naturales y reducir la dependencia de recursos vírgenes. Todo esto, además, impulsa innovación, empleo y una menor huella ecológica. Lamentablemente ningún ayuntamiento ha cumplido con todo esto en un año de su gobierno, tan solo por mencionar una problemática que nadie ha resuelto, tenemos ’la basura’.
Países y ciudades que han adoptado este enfoque han logrado imitar, en cierto modo, los ciclos de la naturaleza, donde nada se desperdicia y todo se transforma. Sin embargo, en Hidalgo esta visión choca de frente con la realidad.
Los 84 municipios del estado carecen de sistemas adecuados para el manejo y disposición final de residuos sólidos urbanos. Apenas el 6.6 % de la basura termina en vertederos controlados y solo el 2 % se recicla. El resto, sencillamente, se pierde en tiraderos a cielo abierto o termina contaminando ríos, suelos y aire. Pero, ¿por qué ningún presidente o presidenta municipal cumple con el requisito de avanzar hacia la economía circular?, las razones son múltiples y preocupantes: Falta de infraestructura: no hay centros de separación ni tratamiento efectivos. Ausencia de políticas locales: la economía circular no figura en los planes municipales. Desconocimiento y falta de innovación: no se prioriza un cambio cultural ni productivo. Recursos limitados: presupuestos insuficientes y sin incentivos para proyectos sostenibles.
La consecuencia es clara, sin condiciones técnicas, políticas ni estratégicas, la economía circular en Hidalgo seguirá siendo una buena idea en papel, pero sin eco en la vida diaria de sus habitantes, mientras tanto, el tiempo corre, lo que hoy es una omisión administrativa, mañana será una deuda ambiental y económica imposible de pagar.
No se dejen engañar por aquellos desleales representantes, esos fidicidas (palabra que proviene del Latín fides = ’fe, lealtad’ y ’cida’ = ’asesino de’, es decir: ’Asesino de la fe o confianza’) que se ganaron la confianza del pueblo y solo han mostrado transformar el erario público en beneficios personales...