Se anticipa que la guerra comercial llevada a cabo por el presidente Donald Trump causará una desaceleración en el crecimiento económico global este año, a raíz de su decisión de aumentar los aranceles a niveles que no se habían observado desde la Gran Depresión, de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.
El presidente ha establecido un arancel del 10% sobre casi todas las importaciones, así como tasas punitivas de al menos el 145% sobre los productos chinos que ingresan a Estados Unidos. Además, Trump introdujo lo que denomina aranceles ’recíprocos’ a los principales socios comerciales de Estados Unidos, que incluyen a la Unión Europea, Japón, Corea del Sur y Taiwán, aunque ha decidido suspenderlos hasta julio mientras su administración trabaja en la obtención de acuerdos comerciales bilaterales.
Esta estrategia ha generado una incertidumbre paralizante para las empresas estadounidenses que exportan productos al exterior o que dependen de insumos extranjeros para sus mercancías, lo que frena la producción justo en un momento en el que las economías globales se estaban estabilizando tras años de fuerte inflación. China y Canadá ya han respondido a los aranceles de Trump imponiendo sus propias barreras comerciales, y la Unión Europea ha manifestado su disposición a incrementar los gravámenes si Estados Unidos lleva a cabo su impuesto proyectado del 20%.
El informe Perspectivas de la economía mundial prevé que la producción mundial se ralentizará hasta el 2,8 por ciento este año, desde el 3,3 por ciento en 2024. En enero, el Fondo pronosticó que el crecimiento se mantendría estable en 2025.
El FMI también prevé que la producción será más lenta el próximo año de lo que había pronosticado anteriormente.
Una parte significativa del descenso económico previsto para este año puede atribuirse al impacto de los aranceles en la economía de Estados Unidos, que ya mostraba signos de pérdida de impulso. Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), se espera que la producción estadounidense se ralentice hasta un 1,8 por ciento en 2025, en comparación con el 2,8 por ciento registrado el año pasado. Esto representa casi un punto porcentual menos que el crecimiento del 2,7 por ciento que el FMI había pronosticado para Estados Unidos en enero, cuando la economía era considerada la más robusta del mundo.
Pierre-Olivier Gourinchas, economista jefe del FMI, señaló en una rueda de prensa esta semana que ’el sistema económico mundial que ha estado en funcionamiento durante los últimos 80 años se está reconfigurando’. Indicó que el tipo impositivo efectivo de Estados Unidos ha superado los niveles alcanzados a principios del siglo XX. Además, mencionó que el aumento de la incertidumbre en las políticas económicas —relacionadas no solo con el comercio, sino de manera más amplia— constituye un factor clave en las perspectivas económicas.
Las proyecciones del FMI también apuntan a que los aranceles podrían dificultar los esfuerzos para contener la inflación. El organismo ha elevado su previsión de inflación para Estados Unidos este año al 3 por ciento, en comparación con el 2 por ciento anterior.
Gourinchas también comentó el martes que el incremento en las presiones sobre los precios como resultado de los aranceles probablemente sería temporal en Estados Unidos, aunque la disminución en la productividad y en la producción podría ser un fenómeno permanente. Aunque el FMI no anticipa una recesión en Estados Unidos, ha aumentado el riesgo de que tal deterioro ocurra, situándolo en un 40 por ciento, frente al 25 por ciento contabilizado en octubre pasado.
También descendieron las previsiones de crecimiento en China y Europa, pero el FMI sugirió que el apoyo fiscal de sus gobiernos podría ayudar a amortiguar el golpe de los aranceles.
El FMI señaló que sus previsiones estaban sujetas a muchas variables difíciles de predecir. El gobierno de Trump ya ha aplazado algunos de los aranceles que impuso, y se está apresurando a negociar acuerdos comerciales con decenas de países con la esperanza de reducir los denominados aranceles recíprocos que promulgó el 2 de abril.
Sin embargo, las economías más grandes del mundo —Estados Unidos y China— parecen enfrascadas en un prolongado enfrentamiento económico que podría agobiar la economía mundial hasta que se alcance un acuerdo.
Trump ha señalado que está preparado para ajustar sus aranceles cuando los mercados se vuelvan excesivamente volátiles, como ocurrió a principios de este mes. Sin embargo, no ha dado ninguna señal de que pretenda dar marcha atrás.
’Debemos reconstruir la Riqueza de nuestro Gran País, y crear una verdadera RECIPROCIDAD’, escribió Trump en su sitio de redes sociales, Truth Social, durante el fin de semana. ’Pero para quienes quieran el camino más fácil: ¡Vengan a Estados Unidos y construyan en Estados Unidos!’.