Francisco del Paso y Troncoso arqueólogo, historiador, editor e intelectual


Francisco del Paso y Troncoso, no es nada más un importante Eje Vial de la Ciudad de México

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Abril 27, 2025 19:48 hrs.
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Roberto Antonio Huerta Paniagua / › Divergencias Informativa

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Crónicas libres

Cuando la mayoría de la gente de la Ciudad de México o de los municipios conurbados a dicha ciudad del Estado de México escuchan el nombre ’Francisco del Paso y Troncoso’, le viene de inmediato a la mente el nombre de una importante y muy transitada avenida, precisamente, con este nombre y que ahora es también el Eje Vial 3 Oriente. Más o menos de norte a sur, sale esta calle por ahí cerca de la Terminal de Autobuses Para Oriente (la TAPO), cruza la avenida Fray Servando Teresa de Mier, el Viaducto Río de la Piedad, la avenida Plutarco Elías Calles y llega a la calzada Ermita Iztapalapa.

¿Quién fue y qué hizo este personaje como para que una importante arteria vial de la capital del país llevara su nombre?

Se sabe que Francisco de Borja del Paso y Troncoso nació en el puerto de Veracruz, Veracruz, el 8 de octubre de 1842. Fue arqueólogo, historiador, nahuatlato (hablante y profesor de náhuatl) y por dos ocasiones director del Museo Nacional de Arqueología, Historia y Etnología de la Ciudad de México.

Poco se conoce de su niñez y juventud. Estudió la carrera de Medicina. Algunas fuentes sostienen que decidió no graduarse en ésta y eligió dedicarse a la entonces incipiente rama de la Antropología; sin embargo, en Matos (2023), se afirma que fue médico de profesión, pero que pronto dejó de ejercer la medicina para dedicarse por entero a los estudios de filología, lingüística (el idioma náhuatl), historia prehispánica y arqueología.

Desde 1884 fue miembro de número de la Academia Mexicana de la Lengua; y con el tiempo también fue miembro de la Real Academia de la Historia de España y de la Asociación de Escritores y Artistas Españoles.

Como nahuatlato, se le ofreció la cátedra de lengua náhuatl en la Escuela Preparatoria, pero no la aceptó argumentando que lo haría hasta conocer bien dicha lengua; con el tiempo, la dominó, y aceptó el ofrecimiento. Posteriormente, el 21 de agosto de 1887, en la inauguración de la estatua de Cuauhtémoc (obra del escultor Miguel Noreña), en el Paseo de la Reforma de la Ciudad de México, dio el discurso oficial en el idioma náhuatl.

A partir de 1889 ocupó por dos ocasiones (1889-1890 y 1891) la dirección del Museo Nacional de Arqueología, Historia y Etnología de la Ciudad de México, en donde después de investigar en fuentes documentales de procedencia indígena y de autores españoles del siglo XVI, publicó sus obras en los Anales del Museo Nacional de México.

En 1890, como arqueólogo e historiador, creó la Comisión Científica de Cempoala, siendo aún director del Museo Nacional de México, y recorrió diversos lugares costeños excavando en sitios como la Villa Rica, Nautla, Soledad de Doblado, Medellín, Cotaxtla, Tecolutla, la Mixtequilla, Tlaliscoyan y otros más. A Francisco del Paso y Troncoso se le debe una interesante descripción del Tajín, elaborada en 1891, en la que resalta su apreciación de la Pirámide de los Nichos: ’El monumento es hermoso, severo, espléndido y especial en su estilo. Queda extasiado el observador ante obra tan perfecta ejecutada por los indios que habitaron la comarca y en ella florecieron dejándonos indeleble recuerdo de su permanencia en esta tierra privilegiada’.

En 1892, el general Porfirio Díaz, creó la Junta Colombina de México, para lo cual reunió a un grupo de destacados estudiosos e historiadores mexicanos, entre los que estaban don Francisco del Paso y Troncoso, Jesús Galindo y Villa (quien escribió una biografía de don Francisco), Francisco Río de la Loza, Vicente Riva Palacio, Manuel Payno, Francisco Sosa, Fernando del Castillo y el arzobispo Plancarte y Navarrete. A don Francisco del Paso y Troncoso se le nombró presidente de dicha junta.

Esta junta se creó con motivo de las celebraciones del Cuarto Centenario del Descubrimiento de América; y contempló una exposición que fue inaugurada el mismo año en Madrid, España, con objetos prehispánicos, copias de códices, así como piezas relacionadas con algunos grupos indígenas, como los tarahumaras, los pames y mayas, entre otros. En el ejercicio de esta junta, adquirió el Códice Colombino y produjo diversas publicaciones y láminas sobre la historia y cultura de México.

En 1904, del Paso y Troncoso, publicó la Colección de gramática de la lengua mexicana, en la que reunió los trabajos de Olmos, Molina, Rincón, Galdo Guzmán, Carochi y Vetancourt. Así mismo, tradujo del náhuatl al español escritos como La leyenda de los soles y algunos ’autos’ coloniales.

Una de sus principales contribuciones al conocimiento histórico universal, fue dar a conocer y publicar, en 1905, la hasta entonces inédita y casi olvidada obra de fray Bernardino de Sahagún, la cual se encontraba archivada en Madrid y Florencia (Italia), y a la que le dio el título de Historia general de las cosas de Nueva España. Publicó también los Papeles de la Nueva España, en los que reunió diversas relaciones, además de su obra póstuma: Epistolario de la Nueva España. Ambas obras son imprescindibles para conocer datos y documentos del México antiguo. Para realizar esta labor editorial solicitó permiso al gobierno mexicano para radicar en Europa, el cual le fue otorgado en febrero de 1893. Ya radicando en este continente, asistió a varios congresos de americanistas. También estudió el Códice Borbónico, el Cospi y otros documentos como el Memorial de los indios de Tepetlaoxtoc, entre otros.

En México publicó: Historia de la medicina en México (1884), Lingüística de la República Mexicana (1886), Códice Indiano del Sr. Sánchez Solís (1888), Ensayos sobre símbolos cronológicos de los mexicanos (1892), Estudio sobre la historia de la medicina en México (1896) y Los trabajos de Don Miguel Trinidad Palma (1897).

Francisco del Paso y Troncoso dedicó 24 años de su vida a la investigación de fuentes documentales mexicanas en bibliotecas, archivos y museos internacionales; y es recordado por sus importantes descubrimientos arqueológicos y por los reconocimientos que obtuvo en países como España, Francia y Gran Bretaña.

Finalmente, hace 109 años, don Francisco de Borja del Paso y Troncoso, murió el 30 de abril de 1916, en Florencia, Italia, adonde había llegado con el propósito de estudiar el Códice Florentino. Sus restos fueron trasladados a México y descansan en el recinto sede del Instituto Veracruzano de la Cultura (IVEC), que fuera en el Virreinato el convento Betlehemita de la ciudad y puerto de Veracruz.

FUENTES DE INFORMACIÓN

Huerta P., R.A. 2010. Efemérides de los Estados Unidos Mexicanos. Instituto Veracruzano de la Cultura (IVEC). Colección Bicentenario-Centenario 2012. Veracruz, Veracruz, México. 358 p.
Matos M., E. 2023. ¿Quién fue don Francisco del Paso y Troncoso? Arqueología Mexicana. Disponible en: https://arqueologiamexicana.mx/mexico-antiguo/quien-fue-don-francisco-del-paso-y-troncoso
MXC. 2018. ¿Sabes quién fue Francisco del Paso y Troncoso? MXCity. Disponible en: https://mxc.com.mx/2018/10/02/sabes-quien-fue-francisco-del-paso-y-troncoso/
Wikipedia. 2025. Francisco del Paso y Troncoso. Wikipedia. La enciclopedia libre. Disponible en: https://es.wikipedia.org/wiki/Francisco_del_Paso_y_Troncoso

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