En un balance efectuado por productores del campo de la sierra de este municipio, destacaron que el año pasado se registraron al menos 3 incendios en la zona serrana, conflagraciones que devastaron unas 5 mil hectáreas de bosque.
Ante este panorama y para prevenir más afectaciones, agricultores de la zona solicitaron a las autoridades estatales, que destinen equipos y capacitación para actuar a tiempo y controlar las conflagraciones, destacó en entrevista el productor Bulfrano Bravo Espino.
"La historia se puede repetir y esta temporada de incendios forestales la cifra pudiera ser la misma y más porque no hubo cabañuelas, a lo que se suma la tala de árboles que deja restos que sirven de combustible para las llamas".
Destacó que el apoyo de lo que es, o era la Comisión Nacional Forestal (Conafor), ya no existe; es decir, no da apoyos ni forma brigadas en esta parte de la sierra, por lo que la capa vegetal queda vulnerable a los incendios forestales.
Son los habitantes los que se organizan para combatir los incendios con sus propios recursos, porque el gobierno no entrega equipo, como son las bombas aspersoras, rastrillos o sopladores.
"Se requiere de por lo menos un grupo bien equipado para actuar ante la emergencia, y una de estas herramientas podría ser una sopladora las que son útiles para hacer los guardarrayas", subrayó el entrevistado.
"Cuando se quema el bosque aparte de perder las pineras, también se pierde la fauna, los venados migran, se consumen nidos y madrigueras, pero lo más lamentable es que al quedar la tierra desprotegida de esa capa vegetal, los mantos freáticos desaparecen y en la zona urbana es donde sufren las consecuencias por la escasez del agua", puntualizó.