Sin embargo, también es un hecho que los tiempos han cambiado. Redes sociales, prensa, expertos, conferencias, cursos... A veces esta abundancia de información puede confundirnos. Pero también vivimos un momento único en el que la cuestión es cómo educar mejor a nuestros hijos para que sean buenas personas, tengan un buen futuro y sepan ser autónomos y felices.
En las escuelas ya se habla de educación en valores, de resolución pacífica de conflictos y de protección contra el acoso escolar. Todo esto son cosas nuevas y no hay razón para pensar que los niños de hoy tengan menos valores que las generaciones anteriores.
En lugar de niños sin valores, tenemos que analizar los cambios en la sociedad que nos afectan a todos, jóvenes y mayores, que provocan un cambio de valores. Como ha señalado el sociólogo Zygmunt Bauman, vivimos en una «modernidad en flujo». En su libro "La sociedad del cansancio"- HanByung Chul - analiza cómo debemos ser siempre productivos, incluso en nuestro tiempo de ocio. Muchos pensadores han analizado los recientes cambios sociales, cómo debemos valorar y trabajar en un mundo cada vez más complejo e individualista.
Los valores que no pueden faltar en un hogar.
Hay valores que no deberían faltar en toda familia. Aquí hablaremos de estos valores, si no los trabajas en casa, piensa en ellos y muéstraselos a tus hijos a menudo para que los interioricen. Recuerda que la mejor forma de enseñar valores es con el ejemplo, puedes empezar por prestar atención a lo que dices y haces delante de tus hijos.
-Respeto: El respeto no es miedo, castigo o gritos. El respeto se gana a través de la conexión emocional y el ejemplo. Dando ejemplo de buen comportamiento. También debe haber normas y límites claros en casa. Respeto por uno mismo y por los demás.
-Empatía: La empatía es imprescindible para las relaciones con los demás, pero también con uno mismo. La sensibilidad es hermana de la empatía y por eso hay que fomentarla a través de la comunicación, el entendimiento de las propias emociones y las de los demás. Trabajar la inteligencia emocional es fundamental.
-Tolerancia: Tolerancia hacia los demás, tolerancia hacia la diversidad, tolerancia hacia lo diferente, tolerancia hacia lo que no se comprende. No vivimos solos en este mundo. Por lo tanto, la tolerancia y el respeto son esenciales en todos los aspectos. Debemos predicar con el ejemplo en las oportunidades que se presentan hoy en día.
-Honestidad: La honestidad es la base de una buena comunicación a través de la confianza. Cuando eres honesto con tus hijos, ellos aprenderán a serlo contigo en todos los aspectos de su vida.
-La gratitud: La gratitud es un bien innato y ser agradecido anima a los niños a valorar lo que tienen sin echar de menos lo que no tienen. Aprende a apreciar la vida y a las personas que te rodean. De este modo, los niños aprenderán a valorar más lo que tienen.
-Humildad: Para ser honestos y agradecidos necesitamos ser humildes. Todos cometemos errores y debemos aprender de ellos para ser mejores en el futuro. Cuando cometemos errores debemos admitirlo, pedir disculpas y asumirlo. Además, la vida es como una escalera, nadie es mejor ni peor que nadie. Siempre habrá gente por debajo de ti y siempre habrá gente por encima.
Además de éstos, hay muchos otros valores que deben enseñarse. Piensa cuáles de estos valores son importantes para ti y cuáles debes transmitir a tu familia. Sea el mejor ejemplo y modelo para que sus hijos tengan éxito en todos los aspectos de su vida, especialmente en su vida personal.
Los niños son nuestro futuro y para optimizarlo debemos centrarnos en el presente. Para mejorar nuestra sociedad tenemos que aprender de los errores del pasado. Para ello, primero debemos comprender el mundo en que vivimos y, como adultos, dar ejemplo de lo que queremos que nuestros hijos repitan.
Rompamos paradigmas, demostremos que somos más los que queremos trabajar y hacer las cosas bien, esforzarnos día a día para un mejor mañana.