Nuestro país se encamina hacia la democracia plena, a paso lento, sorteando escollos, a veces retrocediendo, pero retomando el paso animado por la ciudadanía urgida de esa plenitud imprescindible para dejar el subdesarrollo en el que nos postró una dictadura de partido que simuló ser demócrata durante siete décadas.
Uno de esos escollos es la llamada “campaña negra”, que deja a un lado las propuestas y se dedica a la denostación, como el tonto que escupe hacia arriba ignorante de que por la ley de Newton la saliva terminará en su cara.
Lo vemos en la actual campaña pre-electoral guerrerense, en donde los partidos de la izquierda, desunidos, o sea, jalando cada quien por su lado (exceptuando al PRD y al PT que van coaligados) se atacan entre ellos como en la fábula de los cangrejos atrapados en una cubeta, cuando desde un principio debieron unirse para presentar un frente común contra los partidos del centro y de la derecha, sus adversarios ideológicos.
Así vemos, con tristeza, que Movimiento Ciudadano, el partido que postuló a Luis Walton Aburto como su candidato al gobierno del estado, y a Víctor Jorrín como candidato a la presidencia municipal de Acapulco, pagar inserciones en los medios impresos y videos en las redes sociales, así como espectaculares en las principales ciudades del estado, haciendo alusión a los “hechos de Iguala”, lo que equivale a medrar políticamente con la tragedia que enlutó no sólo a Guerrero sino a toda la República Mexicana.
Prácticamente responsabilizan a Beatriz Mojica Morga y a Evodio Velázquez de haber instalado en la alcaldía igualteca a José Luis Abarca, cuando este fue el candidato de una coalición integrada por el PRD y el Partido Movimiento Ciudadano. El escupitajo hacia arriba, termina, de acuerdo a la ley de Newton, en las caras de los candidatos del partido naranja.
Luego, para no perder el paso en el camino que nos llevará a la democracia plena, los partidos no deben promover los anti valores, el odio y el rencor, y jamás, lucrar con la tragedia como la de Iguala.
En las dos semanas que faltan para la campaña, se debe respetar a los demás candidatos, y en el segundo debate que se celebrará este miércoles, debatir y dejar a un lado la escatológica “campaña negra”.
Queremos, los guerrerenses, un debate de altura, y confiamos en la madurez política de los candidatos a gobernador del estado. ¿Es mucho pedir?