El ingreso promedio de las familias mexicanas alcanza para la adquisición de 5 canastas básicas con productos alimentarios y no alimentarios, esto es, que además de ser suficiente en el ámbito urbano para la manutención de sus 3.3 integrantes, aún queda un remanente -equivalente a la mitad de dicho gasto- que pueden disponer en cualquier otra cosa.
Lo anterior, con base a la publicación de las Líneas de Pobreza que dio a conocer el Inegi.
Si sólo contemplamos los costos de las canastas en su ámbito urbano, por ser estas más altas que las rurales, encontramos que un ingreso familiar mensual, de 23 mil 360.4 pesos para cada hogar en promedio, es suficiente para costear 9.5 canastas alimentarias -prácticamente de a 3 de ellas para cada integrante, o bien, para 4.95 canastas alimentarias y no alimentarias, que son equivalentes a 1.5 para cada integrante.
Si bien el ingreso por parte de la ENIGH se calcula por hogar, si una sola persona labora y percibe apenas el salario mínimo, resulta que con ese ingreso le alcanza para costear sus necesidades más básicas en 1.8 veces, es decir, que cubre lo mínimo necesario y aún le queda un remanente muy similar a lo que gastó en su propia manutención.
𝗟𝗼𝘀 𝗽𝗿𝗼𝗱𝘂𝗰𝘁𝗼𝘀 𝗾𝘂𝗲 𝗺𝗮́𝘀 𝗶𝗺𝗽𝗮𝗰𝘁𝗮𝗿𝗼𝗻 𝗲𝗻 𝗲𝗹 𝗴𝗮𝘀𝘁𝗼 𝗱𝗲 𝗹𝗼𝘀 𝗵𝗼𝗴𝗮𝗿𝗲𝘀
Si bien la inflación anualizada es de apenas el 3,5%, es decir, que si hace un año se gastaron 100 pesos por un producto o servicio, ahora se requiere desembolsar 103.5 pesos para hacerse de exactamente el mismo, los productos que más contribuyeron a elevar el promedio de la canasta básica son los alimentos y bebidas consumidos fuera del hogar, seguido de la carne de res, en sus versiones de filete (bistec) y de molida.