El Instituto de Seguridad Social de los Servicios Públicos del Estado de Guerrero (ISSSPEG) es un organismo noble que protege a los ex trabajadores que dejaron su juventud laborando en dependencias de gobierno para sacar adelante a la entidad, a pesar de los problemas y rezago que prevalece.
La crisis financiera que padece el ISSSPEG no es de ahora, sino desde hace 20 años. En esa época, gobernantes en turno la utilizaban en complicidad con los dirigentes del SUSPEG como caja chica para quedar bien con sus amigos y compadres.
Varios dirigentes del ISSSPEG asumieron el cargo como ’premio de consolación’ para ayudarse de manera económica, y casi siempre lo saqueaban.
También fue utilizado por gobiernos en turno para ’maquillar’ adeudos, con lo que pagaban las cuotas que retuvieron a trabajadores, en especie, es decir, con terrenos o inmuebles. En Acapulco, el instituto contaba con una propiedad en Caleta, pero como tuvo descuido y se inundaba por el agua de mar, fue derribada ante el peligro que representaba para los acapulqueños.
Otra propiedad de gran valor propiedad del ISSSPEG fue un terreno en la costera ’Miguel Alemán’, donde actualmente se ubica Galerías Diana, mismo que fue vendido en dólares, pero no hubo claridad ni transparencia en la compra-venta.
Ese terreno era propiedad de los jubilados y pensionados que fueron sindicalizados en el SUSPEG, los cuales son los menos beneficiados con este tipo de transacciones.
Al ISSSPEG lo han dirigido ex secretarios generales seccionales del SUSPEG, siendo el primero, Ernesto Sandoval Cervantes, sobrino del ex gobernador de Guerrero, Alejandro Cervantes Delgado.
Otro fue Luis Román Miranda, cuyo periodo fue 2011-2013, mientras que el tercero fue David Guzmán Sagredo (2013-2016), quienes por carecer de una visión integral, no contaban con la preparación profesional que requería el cargo, por lo que fallaron en perjuicio de los jubilados y pensionados de Guerrero, lo que evitó el rescate financiero de la institución.
Es triste y lamentable la situación económica que persiste en los jubilados y pensionados, a pesar de que la mayoría padecen enfermedades crónicas degenerativas, como diabetes, colesterol, artritis, entre otras y ante estas limitaciones, salen a luchar solos con sus dirigentes de las asociaciones 1, 2, 3 y 4, exigiendo sus pagos de los bonos pendientes y pagos atrasados, en ocasiones apoyados solamente por las secciones del SUSPEG, XIV, de Acapulco y XVIII, de Chilpancingo.
La Asociación de Jubilados y Pensionados con la mayor membresía, ya que cuenta con más de dos mil socios es representada por el dirigente Feliciano Pérez Jiménez, quien sin la ayuda de ningún líder sindical, ha tomado en su desesperación las calles y edificios gubernamentales, de Chilpancingo, Acapulco y Costa Chica, con el objetivo de exigir sus pagos atrasados y su mensualidad puntual, lo que consiguió en la actual administración del gobernador Héctor Astudillo Flores, como un premio a la lucha constante que por años ha realizado a favor de los adultos mayores.
No obstante, es menester mencionar que con el pago de sus pensiones, los miembros de la tercera edad compran alimentos y sus tratamientos de salud, mientras los dirigentes del SUSPEG jamás les han demostrado su solidaridad y mucho menos su respaldo para defenderlos como es obligación, ni porque se tienen representantes en la Junta Directiva del ISSSPEG.
El deber de los dirigentes del SUSPEG es defender y salvaguardar los derechos de los jubilados y pensionados, toda vez que ellos ya cumplieron con su labor en las diferentes dependencias con lo que se ganaron una vejez digna, algo que tiene que ser preservado ante dirigentes señalados por corrupción.
Es momento que los Suspegistas se unan en un sólo objetivo y busquen de aliados a actores políticos y dirigentes de los diversos sectores, para que se unan en un solo reclamo y se consigan los objetivos que por décadas, no se han cumplido debido a un sindicalismo timorato.
El director del Instituto de Seguridad Social de los Servicios Públicos del Estado de Guerrero (ISSSPEG), Jesús Manuel Uriostegui Alarcón, recientemente, ya dio a conocer la situación real financiera del organismo, donde mencionó que hay un déficit de 470 millones de pesos y 352 millones de cartera vencida.
Y para reactivar al istituto se necesitan mínimamente más de 500 millones de pesos, ya que los 352 millones de pesos se van a recuperar, obligando jurídicamente a las instituciones morosas a que paguen con intereses sus adeudos históricos y así resolver totalmente los adeudos pendientes que se tienen desde el 2012, 2015 y 2016, como son pago de marchas, bonos y retroactivos, además de subir a nómina de la institución a más de 500 trabajadores que se han dado de baja sus centros de trabajo desde hace más de un año, y aunque usted no lo crea, se han dado casos de ex trabajadores que están en espera desde hace más de un año y por su desesperación, estrés y sus enfermedades crónicas, han fallecido sin cobrar y gozar su primera mensualidad en el ISSSPEG.