¡Jálalo que es pargo!

Un refrán muy socorrido que hace referencia a la constancia y perseverancia a la hora de afrontar una tarea costosa, es el que a la letra dice: ’Roma no se hizo en un día’.

Lo traigo a colación por las diversas voces opositoras al actual gobierno federal que cuestionan una supuesta falta de resultados cuando el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador lleva apenas tres años y cacho.

En ese afán de exigir los cambios que a su mezquino entender se necesitan para mejorar las condiciones del país, se olvidan que la Cuarta Transformación que enarbola el mandatario no va a lograrse en tres ni en seis años, porque se trata de un proceso apuntalado en el hecho de que se necesitaba, primero, sacar a los gobiernos neoliberales de Los Pinos.

Es decir, más allá de las medidas que ha venido adoptando nuestro presidente, entre ellas la implementación de programas de apoyo que en esencia tienen una alta dosis de justicia social, su mejor legado es el estar sentando las bases de un México más justo y democrático.

En estos seis años de gobierno lopezobradorista se está sembrando la semilla de la que va emergiendo el árbol de un Mexico nuevo; tocará a quien le suceda en el cargo, sea mujer u hombre, regarlo, abonarlo, para continuar ese legado histórico.

Se dice que Roma no se hizo en un día cuando para lograr algo importante tenemos que esforzarnos y todo lleva su tiempo. No es fácil y no se hace de un día para el otro.

Que no se equivoquen los conservadores, la Cuarta Transformación va, y va muy bien.

Mientras tanto... ¡Jálalo que es pargo!