El efecto de estas imágenes es inquietante. El fotógrafo Eric Pickersgill ha hecho algo muy sencillo: ha usado Photoshop para eliminar los teléfonos celulares de imágenes cotidianas tomadas en el estado de Nueva York.
El resultado no tienen nada de extraordinario. Y quizá eso es lo extraordinario. Momentos cotidianos, sumamente comunes, los más comunes de las vidas actualmente, pero que cuando se remueven los smartphones se revelan como sumamente extraños o ridículos. Abismos dentro de la intimidad, una fuerte alienación que no es notada. Esto ocurre hoy en día en cualquier ciudad del mundo.
La serie Removed de Pickersgill es una valiosa reflexión sobre cómo nos hemos vuelto adictos a la tecnología y hemos perdido las facultades más esenciales de relacionarnos de manera atenta.
El mismo Pickersgill dice que necesitó hacer esta serie, pues se ha dado cuenta de los efectos que tienen los gadgets y las redes sociales en su propia vida. Millones de personas supuestamente conviviendo, pasando horas "juntos", pero en realidad absortos en sus pantallas, sólo cada tanto haciendo un comentario sobre lo que ven en línea.
