La última mañanera

Al encabezar la semana pasada sus últimas conferencias ’mañaneras’, entre sus expresiones triunfalistas el presidente Andrés Manuel López Obrador, apenas admitió: ’Yo tengo que agradecer al creador y a la suerte de que no cometí muchos errores, sí se cometieron, pero no muchos, porque nuestros errores se magnificaban, pero con todo’.
Pero esa frase encierra una velada acusación a los medios de comunicación críticos a su gobierno, al decir que ’nuestros errores se magnificaban, pero con todo’, es decir reconoce que falló pero apenas poquito aunque calificó que sus acciones como positivas, como el hecho de ser el único presidente que de lunes a viernes realizaba reuniones con su Gabinete de Seguridad, actividad que no fructificó y se vivió el sexenio más violento en la historia del país,
La verdad esos ’errores’ se magnifican por si mismos cuando son expuestos como incumplimientos a sus promesas y a su costumbre de inaugurar obras inconclusas, entre otras las emblemáticas, construidas contra viento y marea, cuyo costo original no solo se ha duplicado, posiblemente triplicado, pero oficialmente se han reservado esos datos y, por ello, no se puede conocer la inversión final tanto del Tren Maya como de la refinería de Dos Bocas.
Pese a que se comprometió a mantener sin cambios la deuda pública, la aumentó a 16 billones de pesos; su propósito de un crecimiento anual del Producto Interno Bruto del 4% anual año, apenas promedió 0.9%, el peor desde 1988; la gasolina aumentó 20%, justificándose al decir que estuvo por debajo de la inflación, olvidándose que la prometió a diez pesos el litro,
En materia de seguridad, en su Plan Nacional de Desarrollo anticipaba una baja del 50% de homicidios, pero sumó casi 200 mil, cuando en el sexenio anterior hubo 156 mil; aumentó de 20 a 50 millones de personas sin acceso a los servicios de salud; creó y desmanteló el Instituto de Salud para el Bienestar y fundó una súper farmacia que solo surte nueve recetas al día.
Los anteriores son solo varios de los ejemplos de los ’errores’ de López Obrador, que no pueden calificarse de magnificados cuando son hechos reales, pero no es que lo digan los periódicos, columnistas o analistas, el tiempo será quien emita el veredicto final.
En fin, este lunes termina su sexenio y ahora corresponderá a Claudia Sheinbaum cumplir con su ofrecimiento de crear el segundo piso de la autollamada cuarta transformación o, en verdad, evitar caer en nuevos ’errores’ para hacer un mucho mejor trabajo que su mentor, aunque deberá enfrentar toda una serie de retos, en especial económicos, para poder cumplir con los compromisos que ofreció a todos los mexicanos,