Con el exquisito sabor de Chilapa, don José Guadalupe nos cuenta del arte de hacer el pan especial que prepara una vez año -1 y 2 de Noviembre-, para darle la bienvenida a los que vienen del más allá para reencontrarnos en el huentle, en la ofrenda del altar de muertos con los familiares vivos, que al final de cuentas, son los habrán de saborear el pan caliente en este Día de los Fieles Difuntos, una tradición que se resiste a morir.
Las hábiles y mágicas manos de don José empiezan a amasar para darle forma a la variedad de panes que solo se hornean el Día de los Fieles Difuntos y Todos los Santos, una vieja tradición que data desde antes de la Conquista, una costumbre prehispánica aunque después se mezcló con la llegada de los gachupines.
Con rapidez, José Guadalupe Felipe Hernández, originario de Tixtla, prepara las hojas y el horno de donde saldrán sus panes con toda su sabrosura.
Amargosas de ajonjolí o azucaradas, muñecas, muñecos, lisas, camarones y hojaldras.
Rafaela Basilio Gutiérrez a su vez, prepara los canastos, listos para atender a la gente en la avenida Río Lerma de la colonia Hogar Moderno.
Buen provecho a los que viven más allá del sol.