Editorial Central MX
Redacción Central MX
No vamos a reproducir las agresiones ni los epítetos que ha recibido la periodista y analista deportiva en redes sociales, se trata de invisibilizar la violencia, no de reflectarla.
Sin embargo, en un necesario ejercicio de contextualización, resulta indispensable recordar que a Raimers Tusche, conocida como «La Reimers» –ofensiva, de origen, la forma de reconocerla–, le han atacado en redes sociales con una saña inaudita durante su paso por Fox Sports y ahora en la plataforma TNT Sports.
La enciclopedia digital wikipedia informa que Marion Renate Reimers Tusche nació el 2 de agosto de 1985 en la Ciudad de México.
Es de ascendencia alemana. Practicó desde los cuatro años de edad diferentes deportes como natación, tenis, fútbol, atletismo y fue campeona nacional de karate.
Estudió historia del arte y fotografía en Florencia, Italia, posteriormente decidió estudiar comunicación en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, donde se graduó en 2010.
Su carrera comenzó a destacar cuando ingresó a los medios de comunicación, pero el despegue de su vida profesional –y de los ataques a la personal– estalló cuando decidió ingresar a un mundo de hombres: el futbol.
Y el acabose fue cuando evidentemente lo hizo bien, de hecho, mejor que casi cualquier hombre de la industria.
Imperdonable.
Cuando Marion Raimers descollaba una metáfora para definir un insulso tiro desviado de la portería, recibía insultos.
Cuando deslizaba una metonimia para explicar un pase perfecto, generaba ataques.
Cuando empleaba una paráfrasis para conceptualizar el esquema ofensivo o defensivo de algún equipo europeo, le llovían agresiones.
Huelga decir que toda esa inquina que le prodigan viene, en dos variables, la primera es que en el 99 por ciento de los casos, son hombres que creen que saben más que ella y que, por supuesto, lo harían mejor ante el micrófono.
La segunda, que en ese mismo porcentaje, o quizá en su totalidad, nadie se atrevería a criticarla con tal vulgaridad en persona, de frente, cara a cara.
La violencia machista es así, ataca porque cree saber más, ataca de lejos, ataca en el anonimato, ataca por odio.
Por envidia.