La exalcaldesa de La Paz y tres veces diputada federal Esthela Ponce, misma que incluso aspirara a la gubernatura de Baja California, tiene medio millón de razones para estar molesta con el compañero de fórmula de Simey Olvera al senado de la República, Cuauhtémoc Ochoa Fernández.
Lo anterior de acuerdo con una denuncia ciudadana recibida por este medio cuya autoría nos reservamos el derecho de revelar.
Y es que quien fuera la coordinadora general de campaña de Cuauhtémoc Ochoa, tiene al menos medio millón de razones para estar molesta con el aún legislador que interrumpió su licencia para cobrar sus últimas quincenas en el cargo.
Tras haber quedado en cuarto lugar Adán Augusto entre las corcholatas, Ochoa invitó a Esthela Ponce a integrarse a su proyecto, que no es otro que el de convertirse en gobernador de la entidad en un futuro próximo.
Tomando como base de operaciones una propiedad en Huasca, Ochoa achacó su falta de popularidad, especialmente entre los grupos de izquierda de la entidad, a la falta de trabajo de Esthela, cuando es el pasado del candidato lo que más pesa en su aprobación.
En una reunión pública amenazó con disolver la estructura aún habiendo cuentas pendientes, por lo que Ponce ofreció su cargo para así no afectar a las demás personas. Y de allí sale el medio millón de razones para desilusionarse con el candidato, pues dicha cuota habría sido invertida por su coordinadora para pagar a las estructuras. No obstante, Cuauhtémoc designó a Manuel Sánchez Olvera como su nuevo coordinador y no reconoció su compromiso previo.
Pese a no haber pagado y a contar con diversas empresas de recolección de basura, una de ellas la de Pachuca, algo sucede financieramente que obligó al legislador a regresar a su cargo sólo para cobrar quincenas.