El pasado 6 de febrero, un puente en Ibagué, Colombia, fue el triste escenario de un cruento acto.
Una mujer identificada como Jessy Paola Moreno Cruz, de 30 años, se quitó la vida llevándose con ella también, de manera egoísta, la de su pequeño hijo, de apenas 10 años de edad.
Efectivos de la policía, bomberos y transeúntes habrían intentado convencer a Moreno Cruz de no cometer semejante atrocidad. Incluso, el pequeño, en un acto desesperado, aferrándose a la vida le suplica a su madre: ’Mamá, no te tires’.
Sin embargo, todo esto fue en vano pues la mujer decidió por los dos, y apresando a su hijo entre sus brazos se lanzó del puente ante la perplejidad de todos los presentes, varios de los cuales lloraban desconsoladamente.
Moreno Cruz habría estado solicitando préstamos ’gota a gota’. Este tipo de préstamo es de los más usados por la gente menos favorecida, dado a que se obtiene dinero en efectivo con muy pocos requisitos, siendo entonces un tipo de préstamo exageradamente accesible.
Sin embargo estos préstamos tienen altas tazas de intereses (que oscilan del 20% al 40%) y el problema surge cuando uno se retrasa con los pagos, porque se cobran intereses sobre los intereses, amasando así una deuda impagable.
Además a la hora de los cobros, los ’prestamistas’ empiezan a intimidar y hostigar a los deudores, llevando a muchos de ellos a tener cuadros de estrés y depresión, y tomar decisiones tan irracionales como las de esta mujer.